La gala de los Premios Platino lanzó un mensaje de apoyo al pueblo ucraniano y en favor de la paz mundial jugando con los colores de la bandera de Ucrania.
Dos de los presentadores de la gala, la actriz mexicana Karla Souza y el español Alvaro Morte fueron desvelando «secretos» que se escondían bajo los asientos de los invitados de la novena edición de los Premios Iberoamericanos, en el patio de butacas del Palacio Municipal de Congresos de Ifema, en Madrid.
Morte pidió al argentino Joaquín Furriel que abriera una caja oculta bajo su asiento; en ella, un reloj, mostró el actor, «para mirar con esperanza al futuro», explicó el «profesor» de «La casa de papel».
Bajo la butaca de Luis Tosar se descubrió un cartel donde se leía «PAZ» en cincuenta idiomas; Maribel Verdú sacó otro paquete en el que había una llave antigua «para decidir qué puertas queremos dejar definitivamente cerradas», advirtió Souza.
Bajo el puesto de Mercedes Morán se hallaba una pluma, porque, dijo Souza, simboliza el poder que «tienen ustedes para decidir qué contar, y llevar la cultura a todos».
Llegado ese punto, Morte pidió a todos los asistentes a la gala que sacasen de debajo de sus asientos las cartulinas que estaban allí ocultas desde el principio, papeles de colores azul y amarillo que al levantarlas con sus manos componían una frase: «Iberoamérica por la paz».
También la embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reinoso, que entregó el Platino al cine y educación en valores, quiso recordar a «esas mujeres ucranianas que está viviendo una guerra brutal (…), una guerra completamente arbitraria e ilegal».