Kim Kardashian explicó la odisea que vivió para perder los 23 kilos de más que ganó durante el embarazo de su primer hija, North West. Kim reveló, en una entrevista realizada por el humorista Jay Leno en el programa “Tonight Show”, que después de haber dado a luz se vio obligada a vivir en el gimnasio.
“Puedo decir sin miedo a equivocarme que adelgazar todo lo que he adelgazado ha sido el reto más duro de toda mi vida, ya que la situación llegó hasta un punto en el que tenía que esforzarme durante horas en el gimnasio para quemar todo lo que mi cuerpo no necesitaba”, relató Kardashian.
El reto de perder el peso extra implicó para la socialité tres meses de dietas estrictas y rutinas físicas en el gimnasio. Kim aclaró que la causa de su incremento de peso se debió a la enfermedad conocida como preclampsia. Esto provocó que la bebé de Kim naciera un mes antes de lo establecido.
La mediana de las Kardashians aseguró que durante el proceso de recuperación no se escondió de los medios, como lo señalaron, sino que su novio y ella decidieron pasar un tiempo íntimo con su adorada hija.
“No es que nos estuviéramos escondiendo del mundo o que a mí me diera vergüenza salir a la calle. Simplemente Kanye y yo nos tomamos una baja paternal para exprirmir al máximo nuestros primeros meses al lado de nuestra hija”, comentó Kim.
Sobre el comportamiento de North West, la Kardashian presumió que “es como un ángel, no llora pero es muy inquieta. Espero que sea tan ingeniosa e inteligente como su padre”.
Kim se refirió a la reciente propuesta de matrimonio como “una locura” y afirma que ahora “estamos más unidos y tengo la sensación de que estamos más cerca el uno del otro”.