Familiares de Mercy James, la hija que Madonna adoptó en Malawi, han exigido que la cantante devuelva a la niña, pues argumentan que fueron engañados. Una amiga de la familia biológica comenta a la prensa internacional que la artista prometió devolverla al cumplir los 7 años de edad, pero no fue así. Actualmente la niña tiene 11 años de edad y según Liz Rosenberg, relacionista pública de Madonna, la niña visita todos los años a su familia en el país africano.
«Siempre dije que no a que se fuera Mercy, pero Madonna utilizó a los hombres de la familia para forzarme a aceptar con mentiras de que tendría derecho a verla», afirma la abuela de Mercy, Lucy Chekechiwa.
Madonna en 2009 al finalizar una gira mundial (Sticky and Sweet Tour), con la que recaudó más de 400 millones de dólares, viajó a Malawi con la intención de adoptar a un niño. Mercy James de 4 años fue la afortunada, ella perdió a su mamá con 7 días de nacida y fue dejada en un orfanatorio durante 3 años. Madonna a través de su equipo de asesores legales gestionó el trámite de adopción de Mercy pactando que cada año la menor viajaría a su tierra natal y mantendría contacto con su familia biológica, lo cual según la familia no se está cumpliendo.
El año pasado Madonna tuvo problemas con su hijo Rocco, quien la abandonó luego de una fuerte discusión en un hotel de Estocolmo. Rocco se fue a la casa de su padre el director de cine, Guy Ritchie. Este último emprendió una batalla jurídica para quedarse con la custodia de su hijo. Aunque los problemas se solucionaron después que un juez de Londres ordenara que ambos padres llegaran a un acuerdo para la estabilidad de su hijo, este la insultó a principios del mes pasado con la descripción de su nueva cuenta de Instagram “soy un hijo de perra”.