El Salvador
miércoles 27 de noviembre de 2024
Espectaculos

En una fiesta teñida de nostalgia, México despide a Juan Gabriel

por Redacción


La secretaría de Cultura espera que sean unos 700,000 los que desfilen frente a los restos para dar el último adiós al artista.

Una interminable fila de fans daba su último adiós al cantante mexicano Juan Gabriel, desfilando frente a su urna instalada la tarde del lunes en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, donde multitudes esperaron desde antes del amanecer cantando sus legendarias canciones.

Tras horas de espera, la urna llegó al teatro más importante del país en una carroza particular y rodeada de patrullas de la policía para abrir paso entre las multitudes apostadas en esta zona del Centro Histórico capitalino.

«Me quiero despedir de cerquita», comentó afuera del recinto Lucía Orozco, una comerciante de 50 años con varias horas de espera acuestas esta tarde lluviosa.

Una vez que fue colocada la urna cuadrada color rojizo sobre un pedestal negro instalado en el lobby de Bellas Artes, cantantes de renombre nacional como el tenor Fernando de la Mora y la mariachi Aída Cuevas comenzaron a entonar las canciones de Juan Gabriel mientras sus fans, muchos de ellos llorando, comenzaron despedirse con flores y pequeños carteles de su ídolo en mano.

«No pude ser que haya muerto, era un ser divino, noble», dijo entre sollozos Orozco antes de dirigirse hasta el otro extremo de la zona para irse a formar a la larga fila para esperar su turno para ingresar a Bellas Artes.

Pese al frío, decenas de personas empezaron a llegar cuando aún no amanecía a las puertas del máximo recinto de la cultura mexicana, en cuyos muros de mármol italiano resonó tantas veces la voz del popular Juan Gabriel, autor e intérprete de cientos de canciones que fueron traducidas al francés, alemán, italiano e incluso japonés.

Al mediodía, ya eran miles las personas que se agolpaban en la explanada de Bellas Artes y la vecina Alameda, un inmenso parque del centro histórico donde se colocaron múltiples pantallas gigantes para que el público pueda seguir las actividades al interior del palacio.

Una de las primeras en llegar a los alrededores de Bellas Artes fue Clara Labrada, una mujer de 78 años, que vive en la empobrecida ciudad de Ecatepec (centro). Otros fans madrugadores, decidieron, en un acto de solidaridad, que ella sería la primera en ingresar al recinto.

La secretaría de Cultura espera que sean unos 700,000 los que desfilen frente a los restos para dar el último adiós al artista, quien el 28 de agosto, a los 66 años, fue víctima de un paro cardíaco fulminante en su casa de Santa Mónica, California.

Las cenizas del compositor llegaron el sábado a México por Ciudad Juárez (norte), una urbe fronteriza que le vio crecer e iniciar su carrera artística.

Desde ahí, salieron este lunes en un convoy fúnebre rumbo al aeropuerto local para ser trasladados a la capital mexicana.

Entre el baile y el llanto

Improvisados homenajes han ocurrido a fuera de Bellas Artes y otros puntos turísticos como la Alameda Central y la Plaza de Garibaldi.

A Paty Berumén, una payasita de oficio de 39 años y que radica desde su niñez en El Paso, Texas, no le importó dejar a sus seis hijos y a su esposo hace una semana para tomar un avión rumbo a Ciudad de México, para estar en la esperada despedida de «Juanga», como lo llaman cariñosamente sus seguidores.

«Yo, a mi ‘Juanga’ no lo quiero, lo amo y lo que le sigue. Por eso me vine, no avisé a mi familia porque no me iban a dejar venir. He dormido aquí, en la calle, he pasado lluvia, calor y frío, pero vale la pena», relató entusiasmada a la AFP.

Berumén y otros ocho fans que se conocieron en la explanada frente a Bellas Artes montaron ahí desde hace una semana ofrendas a Juan Gabriel con veladoras, flores e imágenes de «El Divo».

Juan Gabriel es el tema en la calle y desde autos, restaurantes y comercios suenan muchas de sus canciones, que sumaron unas 1.800, todas registradas bajo su nombre verdadero, Alberto Aguilera Valadez.

Uno de los pocos compositores en el mundo propietario de toda su obra fue nominado a seis premios Grammy y vendió millones de discos entre sus seguidores.

Tras la noticia de su muerte, el presidente Enrique Peña Nieto e incluso otros mandatarios como el estadounidense Barack Obama y el venezolano Nicolás Maduro expresaron su pesar.