El estudio DreamWorks Animation, uno de los mayores éxitos de la historia reciente de Hollywood bajo el mando del emblemático Jeffrey Katzenberg, festeja su vigésimo aniversario este año con la mirada puesta en el futuro en términos de formatos y nuevos mercados.
Invitado frecuente del festival de cine de Cannes –donde estrenó las dos primeras entregas de la saga del flatulento ogro «Shrek» (2001 y 2004)–, DreamWorks Animation presenta allí este viernes fuera de competencia «Dragons 2» y aprovechará para celebrar sus 20 años de éxitos.
DreamWorks SKG fue fundada en 1994 por Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geffen, hasta que diez años después DreamWorks Animation se separó de su casa matriz para convetirse en un estudio autónomo dedicado exclusivamente al cine animado.
En estas dos décadas, el estudio ha producido 28 largometrajes que incluyen jugosísimos éxitos de taquilla como «Shrek», «Madagascar», «El príncipe de Egipto», «Cómo entrenar a tu dragón», «Kung Fu Panda» y «Pollitos en fuga/Evasión en la granja», con los que ha recaudado en todo el mundo unos 11.000 millones de dólares.
Además, DreamWorks ganó gracias a «Shrek», en 2002, el primer Óscar que entregó la Academia a la mejor cinta animada. Luego se llevó otra estatuilla en 2006 con «Wallace y Gromit».
«DreamWorks puede presumir de haber creado el primer estudio importante desde Seven Arts» hace más de medio siglo, dijo a la AFP Tom Sito, historiador de animación y profesor de cine de la Universidad del Sur de California (USC).
«DreamWorks creó espectaculares éxitos como ‘Shrek’, ‘Kung Fu Panda’ y ‘Cómo entrenar a tu dragón’, pero también cuenta con importantes logros (a través de DreamWorks SKG) como ‘American Beauty’, ‘Gladiador’ y ‘Lincoln'», añadió el especialista.
No obstante el estudio, así como todos sus competidores, no es inmune a los fracasos: el año pasado, «Turbo» no cumplió las expectativas en las taquillas.
Diversificar es el secreto
Es por esto que la estrategia de Jeffrey Katzenberg, quien viene de los estudios Disney, es diversificar sus actividades e invertir más en las series animadas e internet.
«El cine no es una industria que necesariamente asegure el crecimiento», observó recientemente Katzenberg en una conferencia de prensa en Beverly Hills.
Según él, dentro de diez años las películas no se proyectarán en las pantallas de cine más de tres semanas, antes de pasar de inmediato a alimentar todos los demás formatos.
El precio de compra cambiará de acuerdo al tipo de pantalla, conjeturó. Tal vez haya que pagar 15 dólares para ver una película en una sala de cine, 4 dólares en la televisión y 1,99 en un teléfono. «Cuando esto ocurra, y va a ocurrir, se reinventará la industria del cine», aseguró.
Tom Sito también considera que un estudio como DreamWorks Animation no tiene otra alternativa que diversificarse.
«El desafío de DreamWorks ahora es desarrollarse con más profundidad en su mercado. Walt Disney tiene múltiples recursos», dijo, comparándose con su ahora archienemigo. «Tiene películas, televisión, actividades interactivas y parques temáticos. En cambio, DreamWorks es sensible al desempeño en las taquillas de sus dos o tres películas anuales».
«Su desarrollo en la televisión comenzó en los años 1990 y se ha reedificado enteramente en los últimos años», precisó.
El otro gran desafío de DreamWorks Animation es el mercado chino, que todos los grandes estudios estadounidenses quieren conquistar.
En 2012, Katzenberg creó Oriental DreamWorks, una firma con sede en Shanghai que tiene la misión de lanzar a partir de 2016 películas «con ADN chino».
En una entrevista entonces con la AFP, el gurú del cine animado dijo que «dentro de cinco o siete años, (China) será el primer mercado mundial. Y si conseguimos crear una gran marca familiar en ese mercado, su valor será enorme».