Con las festividades de fin y principio de año llegan los excesos de comidas y bebidas alcohólicas; en enero surgen las promesas de rebajar todo lo ingerido, y casi inmediatamente la frustración de verse con los mismos hábitos alimenticios del 2014.
Perder esos kilos de más representa un dolor de cabeza, cuando no una misión imposible para muchas personas que hacen de este su principal promesa de Año Nuevo.
¿Cómo llevar a cabo esta resolución sin poner en riesgo nuestra salud y lo más importante, que podamos hacer de la nueva rutina un hábito permanente?
Expertos en nutrición y preparación física recomiendan que un nuevo régimen alimenticio y de actividad física deben construirse paso a paso.
Para la doctora y nutricionista, Zaíra Ferrufino de Rivera, hay que fijar propósitos pequeños, reales. “¿Qué sería una meta pequeña? Proponerse rebajar dos libras semanales”.
A nivel alimenticio, Ferrufino propone disminuir las raciones a la mitad; ingiere dos tortillas a la hora del almuerzo reduzca a una. También sugiere evitar el consumo de gaseosas, repostería o las famosas “boquitas” que se consumen entre comidas. “Al final de la semana se miden los resultados y casi sin darnos cuenta hemos rebajado ocho libras al mes” explica.
Sin embargo, hay obstáculos difíciles de superar y que suelen imponerse al inicio del cambio que buscamos, como la ansiedad que da cuando, dos o tres horas después de almorzar, se siente hambre.
“Mucha gente no cree, pero para bajar de peso se recomienda comer, y comer sano no significa menos cantidad. Un consejo que doy es si antes comías mucho pan hasta quedar lleno, pues busque quedar lleno con frutas o verduras, y para controlar esa ansiedad hacer en total cinco tiempos de comida y consumir al menos ocho vasos de agua”. Recomienda, como una de esas pequeñas meriendas, la naranja, una fruta rica en fibra.
La gama de dietas que existen para realizar los objetivos solo son efectivas si se desarrollan bajo vigilancia. Afirma que cuando se consumen menos calorías la persona anda débil, malhumorada. Lo más importante, independientemente de la dieta, es ir educando al cuerpo para mantener un hábito saludable, sino se puede tener un efecto rebote: así como se pierde peso en poco tiempo, si se vuelve a la rutina anterior puede aumentar igual de rápido.
Con respecto al ejercicio, vale el mismo criterio. El exatleta olímpico británico y consultor en la ciencia del deporte Greg Whyte, compartió para el medio británico BBC algunos consejos para cumplir con los propósitos de Año Nuevo.
«Lo primero que se debe evitar es realizar una actividad física de mucha intensidad recién comienza el año. Es fundamental una buena noche de sueño ya que el organismo necesita tiempo para recuperarse de las jornadas de comidas y trasnochadas que se fueron repitiendo durante el mes de diciembre. A partir de allí se debe comenzar con sesiones suaves de ejercicio o de estiramiento”, menciona.
Un criterio similar tiene la doctora Ferrufino, aunque le apuesta a una dinámica un poco más constante, empezando por hacer ejercicio diario, como caminar 30 o 40 minutos diarios, cinco días a la semana.
La pereza al levantarse temprano en la mañana para correr o el cansancio en la noche, luego de una extenuante jornada de trabajo, son dos de las principales barreras. Para Ferrufino, se pueden utilizar esos 30 minutos no necesariamente corriendo. “Se puede bailar en casa: salsa, merengue, cumbia, cualquier ritmo que a usted le gusta. Lo hace en la comodidad de su hogar, se divierte y lo más importante, quema calorías”, asevera.
Tanto el especialista que entrevistó la BBC como Ferrufino coinciden en que uno de los aspectos fundamentales a la hora de iniciar los ejercicios o una mejor alimentación es la motivación.
Whyte propone no salir a correr solo, sino con un compañero para así motivarse mutuamente cuando a alguno de los dos sienta desgano para ejercitarse, así como llevar de forma conjunta la consecución de los objetivos.
Ferrufino, por su parte, considera que el mejor motivador que se pueda tener es uno mismo. “Ya sea por salud, para evitar problemas cardiovasculares o los que sean, o por estética, quien lleva a cabo la responsabilidad es la propia persona.
También es necesario disfrutar, ver ese nuevo estilo de vida saludable como un deleite, por eso recomiendo bailar como uno de los mejores métodos para perder peso”, aseguró.