El cineasta mexicano Alfonso Cuarón, ganador del último Óscar a Mejor Director por «Gravedad», difundió este lunes una carta abierta al presidente Enrique Peña Nieto para expresar dudas sobre los beneficios de su reforma energética y reclamarle una mayor transparencia.
Cuarón publicó en varios de los principales diarios mexicanos un desplegado pagado en el que lanza 10 preguntas al presidente sobre esa controvertida reforma constitucional aprobada el año pasado, que abrió el nacionalizado sector petrolero a la inversión privada.
«¿Cuándo bajarán los precios del gas, gasolina, combustóleo (fueloil) y energía eléctrica? ¿Qué otros beneficios tangibles se esperan de la Reforma?», cuestiona el cineasta.
Cuarón también pregunta a Peña Nieto por el impacto que tendría sobre el medio ambiente una «explotación masiva» de los hidrocarburos mexicanos y por las medidas para frenar la corrupción en el gigante estatal Pemex.
Petróleos Mexicanos (Pemex) aporta más de un tercio de los ingresos públicos de México. Al perder Pemex el monopolio en el sector petrolero que ostentó en los últimos 75 años, el cineasta también cuestiona al presidente por cómo se cubrirá esa parte del presupuesto público.
Ante la próxima discusión parlamentaria de las leyes secundarias de la reforma, «me permito pedir a usted que nos informe sobre ‘el sentido y alcance de la reforma'», afirma Cuarón, de 52 años.
«No lo hago como experto pero sí como un ciudadano preocupado por el destino de México. Y lo hago desde la más absoluta independencia política», recalca el autor de «Gravedad», que en marzo obtuvo siete premios Óscar.
Cuarón, cuya residencia habitual está en Londres, fue uno de los cinco latinoamericanos en la lista de las cien personalidades más influyentes del mundo que elaboró y dio a conocer la semana pasada la revista estadounidense Time.
Formaciones de izquierda mexicana así como otras personalidades de la cultura y la ciencia también han protestado contra la reforma energética, que permite la exploración y explotación de petróleo y gas a inversionistas nacionales y extranjeros.
Peña Nieto ha defendido su reforma como una herramienta esencial para la modernización de Pemex y el reimpulso a la producción de crudo en el país, que cayó drásticamente en la última década.