«Los implantes que me puse en los glúteos casi me matan, pero lo volví a hacer y ahora voy por mis caderas», han sido las palabras de Mia Maffia, unos meses después del terrible momento que vivió.
La modelo de Reino Unido solo tiene una cosa en mente: tener el trasero tan «redondo» y «grande» como Kim Kardashian. Mia viajó hasta Bélgica para realizarse la operación, ya que en Reino Unido es mucho más cara. Tres días después de la intervención salió del hospital y volvió a su casa. Pero no se podía esperar lo que iba a ocurrir. Pasados diez días, se despertó de una siesta empapada. Cuando alcanzó a ver el líquido que mojaba su cama, se dio cuenta de que era sangre y pus. Tuvo que ir en ambulancia a su casa porque para ella era imposible moverse.
«Le rogué al personal médico que por favor no me quitaran los implantes, pero me aseguró que no tenía elección», comenta la afectada. No han pasado ni varios meses para que Mia vuelva a realizarse la misma operación estética. Tras conseguir el dinero de nuevo, ha viajado al Bélgica, al mismo hospital para volverse a implantar silicona en sus glúteos, cuando donde meses antes casi termina con su vida. Sus familiares y amigos le rogaron que no se operara.
«Mis amigos me dijeron que no valía la pena el riesgo, pero yo estaba decidida a tener unos implantes y no les he escuchado. Ahora, la joven tiene un nuevo objetivo. Después de agrandar su trasero, quiere hacer lo mismo con las caderas. Y, es que, asegura que está «totalmente obsesionada» con tener un trasero grande, y no descansará hasta conseguirlo.