Avalancha de personas, violencia en el exterior y más de 4.000 asistentes que lograron entrar sin comprar boletos marcaron anoche el primero de los tres conciertos que el cantante Daddy Yankee dará en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, un caos del que la organización responsabilizó a las fuerzas de seguridad.
En un comunicado emitido tras la difusión de imágenes de desconcierto y violencia tanto en el exterior como en el interior del abarrotado estadio, la productora aseguró que había cumplido con todos los protocolos de seguridad requeridos y que la responsabilidad de puertas para afuera es de las autoridades.
“El espectáculo se llevó a cabo bajo un estricto protocolo de seguridad y logística. Duplicamos recursos humanos, técnicos y de planificación coordinada para hacer frente a la ola de violencia y delincuencia que han vivido últimamente los eventos masivos incluso con la aparición de bandas organizadas que se dedican a la falsificación de entradas y coordinación de avalanchas en puertas, los que se han hecho constantes sin tener atención de las autoridades”, afirmó.
La productora Bizarro “cumplió con todo, no existiendo ninguna incapacidad de quien está organizando, sino más bien de quienes son responsables de lo que sucede con los delitos en las calles y alrededores de los recintos donde estos se desarrollan”, recalcaron.
Según la misma, 250 personas de dos empresas de seguridad, 100 más dedicadas a la atención de público, 140 validadores para evitar la falsificación de tiquetes, 100 acomodadores en sectores de asientos numerados, drones, cámaras de seguridad y detección de metales se desplegaron para controlar el evento.
Aún así, más de 4.000 personas se colaron en el reciento, llegando incluso sin oposición a las zonas VIP. Miles más accedieron con tiquetes falsos y varios millares se quedaran afuera pese a haber pagado su billete.
El cantante puertorriqueño ha logrado llenar tres estadios nacionales para su gira de despedida, que ha desatado la locura en Chile.
Un fenómeno repetido
En respuesta a las imágenes y las quejas de los asistentes, el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, recordó a la productora que muchos de los sucesos se produjeron en el interior del reciento, que estaba bajo plena responsabilidad de la organización, lo que dejó ver “una incapacidad” de los gestores.
Tras horas en las que se especuló con la posible cancelación del concierto de este miércoles, la delegada presidencial metropolitana, Constanza Martínez, confirmó que el show sí se llevará a cabo y explicó en rueda de prensa que se reforzarán las medidas de seguridad y se establecerá un anillo controlado por el cuerpo policial de Carabineros en las inmediaciones del estadio para evitar que la gente entre sin boleto.
Las avalanchas de personas en el exterior de los estadios, con grupos organizados que tratan de forzar el ingreso irregular no son nuevas en Chile, y ocurren en numerosas ocasiones, en particular en los partidos de fútbol.
Meses atrás, la Conmebol multó al Colo Colo, principal equipo del país, por los incidentes en un partido en el Estadio Monumental de Copa Libertadores en los que se produjo una avalancha similar a las puertas e ingresaron cientos de aficionados sin pagar.
Como en esta ocasión, los clubes y las autoridades se lanzaron reproches mutuos: los primeros argumentando que la seguridad en el exterior de los estadios es solo competencia del cuerpo de Carabineros, y los segundos insistiendo en que, como sociedades anónimas, son responsables integrales de la celebración del evento.