No fue su típico show pop, fue algo más new age. Beyonce ofreció este domingo un tributo a la maternidad en los Grammy, en su primera aparición pública desde que anunció su embarazo.
El anuncio, que hizo a través de las redes sociales, causó furor, por lo que esta presentación era de las más esperadas del espectáculo de este domingo en Los Ángeles.
La diva de 35 años, que lidera el premio con nueve nominaciones, hizo una extravagante actuación con toques de espiritualidad india y del Egipto antiguo.
Primero aparecieron imágenes de la orgullosa madre mostrando en un bikini su barriga de embarazada.
Y luego entró en escena con una corona y una capa dorada, acompañada de una docena de mujeres que se formaron a su alrededor y convirtieron la tarima en un mar de flores.
Cantó dos piezas de su más reciente álbum, «Love Drought» y «Sandcastles», intervenidas con frases sobre el poder de la mujer.
«Si vamos a sanar, que sea glorioso», dijo.
Y al terminar la presentación, dirigió la mirada hacia su esposo, el rapero y empresario Jay Z y a su hija Blue Ivy.
Beyonce ganó esta noche un primer Grammy por el videoclip de «Formation», que hace tributo al movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) con imágenes de policías levantando los brazos, como rindiéndose, frente a un niño negro.
La cantante, que ganó fama con un pop sazonado con R&B, fue más osada y provocadora en «Lemonade», su mayor aproximación al hip-hop pero que coquetea también con el rock y hasta con la música country, en la que aborda además duros temas como la infidelidad y la brutalidad policial.
La diva del pop ha ganado 20 Grammys en su carrera, aunque para decepción de sus fans ha perdido en las principales categorías como álbum y grabación del año, que premia a la canción principal.