Corría el 2006 cuando las puertas de la desaparecida –pero no por eso imborrable- “Luna casa y arte” se abrían para proyectar la propuesta musical punk-rock de Gerson y Orsy, dos jóvenes salvadoreños que recién arrancaban el motor de su banda “El Sueño de Camila”.
Pero los días en los que ese género era el referente que trazaba el camino musical de este grupo saltaron de capítulo: no fue hasta el 2011 que el verdadero sueño se amalgama y se concibe en una realidad. Evoluciona. Las piezas se arman y tres nuevos integrantes, Raquel, Kike y Héctor, se adhieren para dar paso a una “música más trabajada” enfocada en la parte armónica.
“La música ha ido evolucionando en la banda” es como Gerson, el batero, describe el trayecto que los ha llevado hasta ser más melódicos e instrumentales. No hay voz, ni letras.
La música de El Sueño de Camila juega hoy con los tiempos; se agarra de una nota hasta lograr diversificarla a través de las dos guitarras, el bajo, la batería y un sintetizador, que transmite y eleva los sonidos ambientales alejados de las cuerdas.
Separada de las cuerdas, pero siempre en armonía, está Raquel, la figura femenina de la banda. Ella, hermana de Héctor, es la encargada de tocar el sintetizador, un tecladito que alcanza las 12 octavas y con el que consigue atrapar los sonidos ambiente.
Una mezcla de gustos
Orsy, Gerson, Kike y Raquel llegan una tarde al Museo de Arte de El Salvador (MARTE). Solo hace falta Héctor, uno de los guitarristas. Pulen los detalles del próximo concierto que realizarán el 18 de julio. Observan a detenimiento la Plaza de Los Artistas, en la que buscan el mejor ángulo para ubicar el escenario del festival, organizado por Indie Collective, Exprésate y MARTE.
Los nervios florecen y no es para menos: están a pocos días de presentar su nuevo disco. El álbum cuenta con seis canciones y se nombra Arecibo, como la ciudad puertorriqueña que aloja uno de los satélites de mayor tamaño en el mundo.
Los cinco jóvenes, cuyas edades rondan entre los 20 y 26 años, han fusionado sus gustos en el nuevo material que finalmente presentarán al público tras años de venirlo planificando.
¿Qué géneros influyeron? “Aquí hay de todo”, responde Gerson.
Kike, el más joven, es el que tiende más al post rock instrumental. Su referente es Caspian, una banda de la que aprende figuras del bajo y que luego trata de poner en práctica. Gerson es el que escucha más variado. “Puedo escuchar salsa, clásica, metal. Yo soy el más abierto en eso”. Cree que a todo se le puede encontrar algo: “uno puede escuchar una bachata y dice ‘a puya, solo para bailar sirve’, pero no. Lleva un montón de técnica que es muy complicada. Es como la salsa, es complicada”.
Orsy, al igual que Kike, prefiere el post-rock o punk rock. Y Raquel, como Gerson, es abierta a oír de todo tipo de género, aunque no así la salsa.
Con la música, El Sueño de Camila busca que quien la escuche la interprete como más le parezca. “Nosotros al ponerle el nombre a las canciones no es que decimos vaya hoy vamos a hacer una canción respecto a la tarde y empezamos a componer. Nosotros nos dejamos ir, la hacemos. Hasta el final, la escuchamos y la escuchamos y decimos: ‘esto suena a esto’”.
Las sorpresas para el día del toque no faltarán. Aunque solo son seis canciones las que se incluyen, el grupo dejará sonar otras que, aunque no aparecen en el disco, son canciones que se tienen guardadas y que están ahí solo para dejarlas correr.
Arecibo, ¿por qué ese nombre para un disco?
Gerson: El disco está basado en la ciudad que alberga uno de los satélites más grandes del mundo, ubicada en Puerto Rico. Desde ahí se transmitió el mensaje Arecibo, que contaba con unos y ceros. Se mandaba el ADN, cómo era la raza humana, las letras… En eso se basa el disco, en un mensaje que se intentó llevar a seres de otros planetas.
¿Qué mensaje quieren enviar, entonces?
Gerson: La idea es mandar un mensaje que la gente pueda interpretar a su mejor manera. Mandar un mensaje con la música: nuestra música no es con voz, es totalmente instrumental. Y que ellos entendieran lo que mejor les gustaba. Mandar con la música, similar o parecido, al mensaje Arecibo. O que tuviera como esa base. Esa es la idea básica.
¿Cómo comienzan a planificar este disco?
Orsy: Fue en el 2011 cuando decidimos tocar música instrumental porque sentíamos que tocar música que llevara letra ya no nos llenaba mucho. Nos sentíamos limitados a tocar. Cuando llevás letra te vas por un género. Te cerrás, te encapsulás en ese género. Con música instrumental vos podés tocar: agarrás una nota y te vas con esa nota y jugás con los tiempos, con el ritmo. Y podés hacer una mayor diversificación del sonido. Fue a inicios del 2011 cuando empezamos este proyecto de música instrumental. E incluso una de las canciones de las que va en el disco lleva por nombre 18-4-11, que es la fecha en la que hicimos esa canción y que es la base de todo el disco.
¿Con esa canción arrancan?
Kike: No es el tema principal del disco, porque hemos captado… como todo el disco está enfocado en el universo, en el espacio. Básicamente esa canción la decidimos tomar base porque, pues, llevaba la voz de un astronauta y tiene una grabación que fue cuando se hizo el primer viaje a la Luna. Es la base que hemos usado para el diseño del disco y de la temática que se va a usar para el toque.
¿Qué tenían los anteriores que no tiene este?
Gerson: Nunca hubo un disco formal, solo canciones que al pasar el tiempo van cambiando poco a poco. Hasta llegar a lo que estamos haciendo ahora: que ya es una música más trabajada, ya se enfoca más en el parte armónica. Y no lleva voz, antes llevaba voz. Ha sido como una evolución.
Si antes era punk –rock, ¿qué es ahora el Sueño de Camila?
Orsy: Ahora nos enfocamos más en las armonías de las guitarras, disfrutamos más hacer unos silencios, algunas pausas en las canciones que antes no hacíamos. Le vamos dando una línea a la canción, en la que el sentimiento va en aumento.
A veces comenzamos medio tranquilos y conforme va aumentando la tensión o el tiempo de la canción, llegamos a una intensidad, para bajarlo de nuevo y después explotar con la música. La verdad lo que nosotros queremos es que la gente oiga la música y que ellos la interpreten como más le parezca. Nosotros al ponerle el nombre a las canciones no es que decimos “vaya hoy vamos a hacer una canción respecto a la tarde y empezamos a componer. Nosotros nos dejamos ir, la hacemos y hasta el final, la escuchamos y la escuchamos y decimos: “esto suena a esto”.
¿Cómo se sienten al ver el disco?, más cuando es el primero “formal”.
Gerson: Ya, después de un año de estar queriéndolo sacar, emocionados. Hay bastante trabajo todavía qué hacer para el toque. Andamos estresados, todavía, en logística. Pero felices que ya se pudo sacar un disco formal, en físico. Y lo vamos a estar vendiendo digital. También mercadería, stickers. Prácticamente desde que vos comenzás a tocar es por sacar un disco, hasta este tiempo que ha sido un montón.
¿Cuál fue el proceso para que surgiera este disco?
Orsy: Nos encerrados por una semana en agosto de 2013, en una habitación que se transformó en búnker, ahí compramos los micrófonos, los programas para grabar. Y en una semana fue idóneo para hacer las grabaciones. Nosotros lo hemos grabado y al final Héctor se encargó de la mezcla y de la masterización del sonido. Es independiente, completamente.
Es su hijo, porque ustedes lo hicieron…
(Kike asienta con la cabeza, mirando al suelo como una forma de dar respuesta a mi pregunta.)
¿Cómo te sentís que serás papá? (pregunto a Kike.)
Kike: Un gran orgullo ja, ja, ja.
¿Qué planes tiene para los próximos meses?
Gerson: Vamos a tener un toque en Honduras. También, me imagino que se presentará el disco allá. Participar en el festival Independencia que lo organiza siempre Indie Collective, que es de lo más grandes que hacen acá en el país, después de los festivales de metal.
¿Por qué bautizar “El sueño de Camila” a su banda?
(Ríen mientras uno se anima a contestar por qué el nombre. Orsy le pide a Gerson que explique por qué Camila.”Dale, vos”, le dice uno al otro.)
Orsy: Al final, el sueño de Camila es como parafrasear eso: el sueño de Camila, porque tenés un sueño, una razón de ser o alcanzar un objetivo. Y le pusimos de Camila, porque queríamos ponerle el nombre de una chera en aquel entonces.
¿Ah, no hay un significado?
Orsy: No, la verdad no es nadie.
Kike: Lo que tratamos de manejar es que Camila puede ser cualquier persona. Porque cada ser humano tiene objetivos, tiene metas. Camila puede ser todos.
Orsy: Camila no es nada, somos todos.
Kike: Todos tienen un sueño qué cumplir, por ejemplo: mi sueño siempre fue tocar en una banda. Y qué chivo, porque lo estoy cumpliendo. Y lo más chivo es que estoy cumpliendo mi sueño como Camila ja, ja, ja.
Apuntes:
Fecha del concierto: 18 de julio a las 6:30 p.m. (hora en la que se abren las puertas al público).
Precio: $5 el día del concierto, $4 preventa. Las entradas pueden adquirirse en el MARTE y Biscuit Factory, ubicado en Antiguo Cuscatlán y Santa Tecla, La Libertad.