El actor español Antonio Banderas se mete por primera en el universo de la ciencia ficción con «Autómata», una trama que reflexiona sobre la decadencia de la raza humana y la pérdida de valores a través de robots que actúan como espejo de las personas.
Banderas interpreta a Jacq Vaucan, un empleado de una gran compañía de seguros de robots a punto de ser padre, que se ve inmerso en la investigación sobre los fallos técnicos de unos androides.
Pero lo que parece un defecto común termina destapando la posibilidad de que la humanidad se enfrente a una nueva era.
El film, que se estrena este viernes en Estados Unidos, usa el lenguaje futurista como alegoría para abordar la pérdida de la moral en las sociedades desarrolladas, cada vez más individualistas y aisladas, con un guiño a la ciencia ficción de mediados del siglo pasado.
«Los robots son una metáfora de lo que debería haber sido el ser humano», cuenta el director español Gabe Ibáñez en una entrevista con la AFP. «El ser humano moral, correcto, ha sido uno de los grandes temas de la ciencia ficción», recuerda.
Los autómatas tienen «un comportamiento moral» que, al perderse, lleva a la violencia.
«Esa violencia del ser humano hacia otros seres humanos, hacia los robots o incluso hacia su propio entorno es un síntoma de la decadencia de la raza humana, del declive de la especie», afirma el director.
Uno de los ejemplos más claros de esa falta de valores actual es que «los humanos están desarrollando robots como máquinas para matar», en lugar de máquinas para ayudar.
Un proyecto cocinado a fuego lento
Hace seis años, Ibáñez leyó que unos ingenieros habían desarrollado una impresora en 3D «capaz de autoreproducirse», algo que le pareció «muy inquietante», tanto como la posibilidad de que un día «la inteligencia artificial supere la inteligencia humana».
Animado por Banderas, Ibáñez escribió un guión inspirado en sus lecturas de juventud de ciencia ficción de 1950 y 1960, con autores tan emblemáticos como Isaac Asimov.
Pero su proyecto terminó siendo una ciencia ficción clásica, de esa que se hacía en Estados Unidos en los 70, causando el recelo de la industria, que «no se atreve a meterse en aventuras demasiado originales», señala el director.
«La presencia de Antonio Banderas como productor y actor principal fue lo que en el fondo ha hecho que un proyecto que de manera natural nunca se hubiera hecho, haya salido a la luz», reconoce Ibánez.
El propio Banderas contó durante la presentación de la película en el festival de cine de San Sebastián que «en algunos momentos algunos socios pedían una película más comercial».
«Pero yo quería que Gabe hiciera la película que quería, que fuera fiel a sus principios», aseguró el actor español, de 54 años.
Tras cuatro años de producción, «Autómata» llega a los cines en busca de un público especializado, amante del género y abierto a nuevas ideas.
En este sentido, Ibáñez cree firmemente que el film tiene «un recorrido más lógico en Estados Unidos que en España», porque «si en algún lugar el público es menos minoritario posiblemente sea aquí».
En el reparto se cuelan Melanie Griffth como la doctora Dupre y el oscarizado Javier Bardem, que pone su voz a un robot, a quienes Banderas agradeció públicamente haberse involucrado en este proyecto.