Anitta, una de las cantantes brasileñas más reconocidas en el mundo, congregó este sábado a cientos de miles de personas en su Río de Janeiro natal, que aún se resiste a poner fin a las fiestas de carnaval.
El «Bloco de Anitta», la comparsa de la figura del funk y el pop, desfiló por las calles del centro de Río de Janeiro durante casi cinco horas, seguido por una multitud que las autoridades calcularon en unas 800.000 personas, que se entregaron a la farra desde las primeras horas de la mañana.
Anitta rindió tributo a la escuela de samba de Mangueira, una de las más populares del carnaval carioca y a la que dijo que «le estaba debiendo un homenaje», que escenificó vistiendo los colores verde y rosa que caracterizan a esa agrupación.
Su repertorio pasó por el funk, el pop, el reguetón y la samba, e incluyó también muchas conocidas y tradicionales marchas del carnaval de Río de Janeiro, que la noche de este mismo sábado despedirá la fiesta en el Sambódromo, con un desfile de las seis mejores escuelas de este año.
El llamado «Desfile de las Campeonas» será encabezado por la escuela de Viradouro, que misma semana ganó el concurso del Sambódromo con una presentación en la que realzó la fuerza de las mujeres negras a través del culto a una serpiente sagrada.
En las calles, este sábado seguían las comparsas conocidas como «blocos» en Río de Janeiro, pero también en muchas otras ciudades de Brasil, con especial frenesí en Salvador y São Paulo, donde cientos de miles de personas mantenían vivo el espíritu del carnaval.