Una fiscal de Nuevo México (EE.UU.) presentó este jueves dos cargos de homicidio involuntario contra el actor Alec Baldwin por la muerte de la directora de fotografía Halyna Hutchins, que falleció de un disparo durante el rodaje de la película «Rust» en octubre de 2021.
También la fiscal del Primer Distrito Judicial, Mary Carmack-Altwies, imputó cargos penales por homicidio involuntario contra la armera y encargada del protocolo de seguridad durante ese rodaje, Hannah Gutierrez Reed.
Por su parte, el ayudante de dirección David Halls, encargado de entregar el arma a Baldwin, ha firmado un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía por el que ha aceptado el cargo de «uso negligente de un arma letal».
Baldwin, que era también productor del filme, podría enfrentarse ahora a un juicio por la vía penal a menos que alcance un acuerdo con la Fiscalía.
Carmack-Altwies anunció los cargos tras meses de especulaciones acerca de la implicación en el suceso por parte de Baldwin, quien accionó un arma de atrezzo que contenía munición real, cuando este tipo de balas están prohibidas en los rodajes.
El actor no era consciente de que el revólver Colt del calibre 45 que portaba contenía balas reales en su cargador, pero ese disparo acabó costándole la vida a la directora de fotografía del western «Rust».
Hutchins recibió un disparo en el pecho y el director de la película, Joel Souza, también resultó herido cuando ensayaban una escena con Baldwin en el condado de Santa Fe (Nuevo México) el 21 de octubre de 2021.
Hace tres meses, Baldwin y el resto de productores de la película llegaron a un acuerdo para poner fin a la demanda civil por muerte por negligencia que la familia de Hutchins había interpuesto contra ellos.
Baldwin -conocido por cintas como «Pearl Harbor»- ha defendido su inocencia en diferentes entrevistas con medios de comunicación alegando que la responsabilidad de velar por la seguridad de las armas en «Rust» estaba asignada a Gutierrez Reed, que nunca apretó el gatillo y que el arma se detonó porque tenía algún defecto.
Una versión que contradice un informe de agosto en el que diferentes analistas del FBI afirmaron que la pistola fue probada y funcionaba con normalidad y que para que se disparara, había que tirar del gatillo.
Después del acuerdo alcanzado entre la familia Hutchins y Baldwin, que aún debe ser aprobado por un juez, se prevé que la producción de la película se reanude este año.