domingo 27 de octubre del 2024

Actriz amante del presidente Hollande causó sensación al reaparecer en los premios César

por Redacción

La actriz Julie Gayet, que había permanecido oculta desde la revelación de su relación amorosa con el presidente francés François Hollande, causó sensación al reaparecer este viernes en la ceremonia de los premios César que coronaron a «Guillaume y los chicos, ¡A la mesa!» de Guillaume Gallienne como mejor película del año.

El filme de Gallienne arrebató en total cinco premios César: mejor película, mejor primera película, mejor actor, mejor adaptación y mejor montaje, que recompensaron a esta mordaz comedia autobiográfica sobre la identidad sexual.

El César a la Mejor Película extranjera fue para «Alabama Monroe», de Félix Van Groeningen, mientras que Roman Polanski se llevó el César al Mejor director por «La Venus de las pieles».

«No me lo esperaba», declaró el cineasta, que ganó el premio en ese mismo apartado por cuarta vez en su larga carrera.

Sandrine Kiberlain, de 46 años, recibió por su parte el premio a la mejor actriz principal por su papel en la comedia «9 mois ferme» de Albert Dupontel, donde encarna a una juez que queda embarazada de un preso.

Sonriente, con el pelo suelto y vistiendo un traje pantalón esmóquin, Julie Gayet causó la sorpresa al llegar a último momento a la ceremonia celebrada en el teatro Chatelet de la capital francesa, en presencia de estrellas como el director Quentin Tarantino y Jeremy Irons.

El suspenso sobre su eventual asistencia a la fiesta del cine francés se mantuvo intacto hasta último minuto. La actriz rubia de 41 años no había asistido al almuerzo tradicional de los nominados al César, el 8 de enero pasado.

Nominada en la categoría de mejor actriz secundaria por su papel en «Quai d’Orsay» de Bertrand Tavernier, Gayet no se había mostrado en público desde que el semanario Closer había revelado su relación con Hollande.

La nominación de la presunta pareja del primer mandatario había generado cierta perplejidad.

En una columna publicada el viernes en el diario Le Monde, el profesor Serge Regourd de la Universidad de Toulouse deploraba «la politización de los César». «¿Qué profesional del cine podía tener suficiente imaginación hace tan solo unas pocas semanas para prever la nominación de Julie Gayet?», ironizó Regourd.

Llámesele ironía del destino u otra coincidencia, Julie Gayet, con unos 60 filmes en su haber, competía además en la misma categoría con Marisa Borini, suegra del ex presidente Nicolas Sarkozy y madre de Carla Bruni.

Borini estaba nominada por «Un castillo en Italia», película en la que actuó bajo la dirección de su otra hija, Valeria Bruni-Tedeschi.

Sin embargo, ni Gayet ni Borini se llevaron finalmente la estatuilla, que fue para Adele Haenel por su papel en «Suzanne», de Kattel Quilleveré.

Reaparece la otra mujer del triángulo

La revista Closer especializada en los famosos publicó el 10 de enero las fotos furtivas de los ‘paparazzi’ que mostraban a Julie Gayet y al jefe de Estado galo de 59 años, tomados por separado en la calle frente al edificio del apartamento donde la pareja realizaba sus discretos encuentros.

Desde entonces, Gayet inició una demanda por «atentado a la vida privada» contra la publicación de las fotos, y luego por «poner en peligro la vida ajena», ya que la actriz, madre de dos hijos, dijo sentirse acosada por los ‘paparazzi’.

Fue precisamente para evitarlos que Gayet había hasta entonces cancelado sus compromisos públicos sucesivos, incluyendo el tradicional almuerzo del 8 de febrero.

La otra mujer en este triángulo amoroso, la ex pareja del presidente Hollande, Valérie Trierweiler, también hizo el viernes su primera aparición pública en Francia desde su ruptura con el jefe de Estado.

La ex primera dama, de 48 años, asistió en primera fila al desfile de la colección otoño-invierno de Dior organizado en el museo Rodin de París, donde llegó sin guardaespaldas.

Trierweiler «ya había venido a desfiles anteriores. Somos fieles a nuestros invitados», comentó escuetamente la casa Dior.

Pero la gran perdedora de los César fue finalmente la película sobre amor lésbico «La vida de Adele», de Abdellatif Kechiche, que a pesar de haber recibido ocho nominaciones se llevó una sola estatuilla, para la mejor promesa femenina, que recompensó la actuación de la joven Adele Exarchopoulos.