No es secreto que «La La Land» puede arrasar y disminuir toda la emoción del Óscar el domingo, pero aquí hay otros elementos de la mayor noche de Hollywood que merecen atención.
– ¿La-La-arrase? –
El tributo de Damien Chazelle a la época de oro de los musicales de Hollywood lidera las nominaciones del Óscar, con 14, un récord que también ostentan «Titanic» (1997) y «All About Eve» (1950).
El musical romance es favorito para ganar como mejor película, imponiéndose sobre otras aclamadas producciones como «Moonlight» y «Manchester junto al mar».
La película ya se llevó buena cantidad del botín en la temporada de premios que termina con el codiciado Óscar.
Y si Chazelle se lleva el galardón a mejor director, el joven cineasta de 32 años sería el director más joven en ganarlo.
– Meryl Streep amplía su marca –
Meryl Streep sumó su vigésima nominación al Óscar por su papel en «Florence Foster Jenkins» y amplió su récord como la actriz con más indicaciones al premio.
Si gana, la actriz, de 67 años, sumará su cuarta estatuilla y empatará con Katharine Hepburn como el o la intérprete más galardonada en las categorías de actuación.
Streep dominó los titulares de la prensa en enero, inicio de la temporada de premios, por su fuerte discurso contra el presidente Donald Trump en los Globos de Oro.
El mandatario la tachó de actriz «sobrevalorada»… El domingo podría ser su chance para responderle.
– Un test para Jimmy Kimmel –
El comediante Jimmy Kimmel será el anfitrión de los Óscar por primera vez y tendrá la difícil prueba de mantener la atención en el programa de televisión no deportivo más visto en Estados Unidos.
Serán tres horas frente a decenas de millones de televidentes en un show que además no espera tener muchas sorpresas con «La La Land» como principal favorito y la polémica de los «Óscar muy blancos» prácticamente en el pasado.
«He llegado a la conclusión de que habrá quien quede decepcionado conmigo al final. Sólo que aún no sé quién será», dijo en una entrevista a The New York Times el presentador, de 49 años, que también fue anfitrión de los últimos premios Emmy.
– Factor Trump –
Los Óscar se celebran en medio de la tensión política que azota el país desde la llegada al poder de Donald Trump. Y la industria del cine no es ajena a ello.
La gala ya arranca teñida de política con la ausencia del director iraní Asghar Farhadi –ganador de un Óscar y nominado este año por «El viajante»–, quien dijo que no asistiría en protesta a la orden ejecutiva del mandatario que prohibía la entrada a Estados Unidos de refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, entre ellos Irán.
La protagonista de la cinta dijo que tampoco acudiría.
El secretario de prensa de la presidencia, Sean Spicer, dijo que Trump no verá los Óscar, pues estaría muy ocupado con un baile en la Casa Blanca.
Esto no quiere decir, claro está, que el presidente no pueda reaccionar por Twitter a cualquier «momento Meryl Streep».
– Óscar no tan blancos –
La Academia celebra la mayor diversidad que tuvieron este año los Óscar, con un récord de afrodescendientes nominados en las principales categorías.
Es un primer paso para pasar la página del controvertido #OscarsSoWhite (Óscar muy blancos) que ensombreció el evento en los últimos dos años.
Aunque en esta edición brillaron por su ausencia otras minorías como la latina, a pesar de los 57 millones de hispanos que viven en el país. También la asiática y la árabe.
Y una nueva etiqueta comienza a cobrar fuerza: #OscarsSoMale, en referencia a la cantidad de hombres nominados, que supera sustancialmente a las mujeres.