Un equipo científico liderado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha diseñado un monitor de ultrasonidos portátil en forma de parche capaz de obtener imágenes de los órganos del cuerpo sin necesidad de un ecografista ni geles.
En concreto, los investigadores demostraron que el parche, del tamaño de una mano y que se adhiere a la piel, puede obtener imágenes precisas de la vejiga y determinar el grado de su llenado; su descripción se publica en la revista Nature Electronics.
El dispositivo, que podría adaptarse para controlar otros órganos del cuerpo, ayudaría a los pacientes con trastornos de la vejiga o los riñones a saber con mayor facilidad si estos funcionan correctamente.
«Esta tecnología es versátil y puede utilizarse no solo en la vejiga, sino en cualquier tejido profundo del cuerpo. Es una plataforma novedosa que puede realizar la identificación y caracterización de muchas de las enfermedades», afirma en un comunicado Canan Dagdeviren, del MIT y autora principal del estudio.
El parche es flexible, está hecho de caucho de silicona y tiene cinco sensores de imagen por ultrasonidos, fabricados con un nuevo material piezoeléctrico (propiedad que tienen ciertos cristales de polarizarse eléctricamente cuando son sometidos a presión, y a la inversa).
Los sensores están colocados en forma de cruz, lo que permite al parche obtener imágenes de toda la vejiga, que mide unos 12 por 8 centímetros cuando está llena.
El polímero que compone el parche es pegajoso por naturaleza y se adhiere suavemente a la piel, por lo que es fácil de poner y quitar.
En colaboración con el Hospital General de Massachusetts, los investigadores -también de la Universidad Tecnológica china de Xi’an- demostraron que el nuevo parche podía captar imágenes comparables a las tomadas con una prueba de ultrasonidos tradicional, y que estas imágenes podían utilizarse para rastrear cambios en el volumen de la vejiga.
Para ello reclutaron a 20 pacientes con distintos índices de masa corporal. Primero se tomaron imágenes con la vejiga llena, luego parcialmente vacía y, por último, con la vejiga completamente vacía.
Para ver las imágenes, los investigadores conectaron sus sensores al mismo tipo de ecógrafo que se utiliza en los centros médicos de diagnóstico por imagen. Sin embargo, el equipo del MIT está trabajando ahora en un dispositivo portátil, del tamaño de un teléfono inteligente, que podría utilizarse para ver las imágenes.
El equipo también espera desarrollar dispositivos de ultrasonidos que puedan utilizarse para obtener imágenes de otros órganos del cuerpo, como el páncreas, el hígado o los ovarios.
En función de la ubicación y profundidad de cada órgano, se necesita alterar la frecuencia de la señal de ultrasonidos, lo que requiere diseñar nuevos materiales piezoeléctricos. En el caso de algunos de estos órganos, situados a gran profundidad, el dispositivo podría funcionar mejor como implante que como parche, señala el MIT.
Estos monitores podrían en un futuro ayudar a la detección precoz del cáncer.