Allá por los años noventa, después de conectarse al módem telefónico con el tradicional ruidito, uno se disponía a transitar por la «superautopista de la información» y veía dos iconos en el escritorio: uno era el de Netscape Navigator y el otro el de Internet Explorer.
Mientras que Netscape Navigator sucumbió en 2008, Internet Explorer, de Microsoft, pasó a buen retiro recién esta semana tras 27 años en servicio.
Internet Explorer fue la estrella del lanzamiento de Windows 95.
Al acceder a internet mediante el icono de la «e» grande azul, uno tenía una buena navegación asegurada hasta que aparecía el fatídico aviso de «Internet Explorer ha dejado de responder» y se caía.
Eso se mejoró con el tiempo, pero ya era hora de pasar la página y dejarle el camino abierto a Microsoft Edge, que incursionó en 2015 de la mando de Windows 10.
¡Chao, querido Internet Explorer! Fuiste parte del inicio de la vida digital de muchos de nosotros.