En la batalla contra la pandemia del coronavirus una mujer comanda por primera vez en 120 años el mayor centro de investigación científica en salud de América Latina. Para Nisia Trinidad Lima, presidenta de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), se trata de un «hecho histórico» para el que «hay que tener garra».
A sus 63 años, esta socióloga, que lleva más de media vida con la Fiocruz, sabe que su cargo actual es tan solo un peldaño de los pocos que se han abierto en la ciencia para su género.
«Hay un déficit de mujeres en la alta gestión», aseguró en una entrevista con Efe.
«Creo que en todo el mundo, no solo en Brasil, tenemos (en la ciencia) mujeres que lideran (…), la diferencia está en tener una política incluyente para las mujeres», agregó.
Esto porque la socióloga considera que no solo se deben mirar los triunfos individuales, como el de ella, que calificó de «histórico», sino que se requiere de una agenda que favorezca la participación de las mujeres.
«Necesitamos políticas públicas que valoricen y que permitan efectivamente dar condiciones para el trabajo de la mujer en esa posición», dijo.
«Un desafío inmenso»
Desde que la pandemia llegó al país, el 26 de febrero de 2020, Lima trabaja a un ritmo agotador, en jornadas que se extienden hasta altas horas de la noche y que intenta compensar con algo de yoga o una esporádica caminata.
Consejos directivos, negociaciones, conferencias, entrevistas y verificaciones, labores que se han triplicado con el coronavirus, hacen parte del día a día de esta socióloga.
«Ha sido un desafío inmenso al que pudimos responder por la historia que tenemos y por el soporte de todas las áreas que conforman el sistema de ciencia y tecnología en salud, pero principalmente, por nuestra capacidad de respuesta», señaló.
Según Lima, ningún proyecto llegó a paralizarse por completo por la pandemia, pero varias áreas de la investigación fueron impactadas. Pese a ello, múltiples acciones se han adelantado en la batalla contra la pandemia y los frutos ya se ven.
La construcción y apertura de un centro hospitalario que será referencia para el tratamiento e investigación de la covid-19 en Brasil, el desarrollo de pruebas para identificar el virus y sus variantes, el apoyo a la población más vulnerable y la producción de la vacuna desarrollada por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que ya está en proceso, son apenas una muestra.
Para Lima, la ciencia en Brasil ha demostrado una capacidad «increíble» en todas las áreas del conocimiento, pero se necesita un «refuerzo» de las inversiones que pueda garantizar la estabilidad los recursos para el sector.
«La ciencia está dando las respuestas en esta pandemia y es hora de profundizar la tesis de que no debe ser vista como un gasto, sino como una inversión y como una salida a la crisis», remarcó.
En cuanto a la pandemia como tal, que ya deja en Brasil más de 260.000 muertos y unos 10,8 millones de contagios, la alta directiva insistió en que solo se puede enfrentar con una concepción «más solidaria» e «interdependiente», pues la sociedad «está cada vez más marcada por el individualismo».
Una labor que requiere «garra»
Serena, analítica y firme en sus decisiones, esta doctora en sociología con maestría en Ciencias Políticas ingresó a la Fiocruz como investigadora en 1987, donde estuvo al comando de varias áreas e hizo parte del nivel directivo de la entidad.
Treinta años después asumió como presidenta del mayor centro de referencia en ciencia y tecnología de la salud y coordina la labor de unas 12.000 personas, de las cuales, casi la mitad corresponde a funcionarios de carrera.
Entre los aportes que han marcado su mandato están el impulso a la innovación científica y tecnológica, en todas las áreas de conocimiento, y la ampliación del papel de la fundación como actor de la salud global.
El año pasado fue reelegida para el período 2021-2024, tras obtener el 91,6 % de los votos, el apoyo más expresivo en la historia de la Fundación.
Pese a que lleva cinco años frente a la entidad, abrirse paso y hacerse escuchar no es tarea fácil.
Para Lima, la sociedad está marcada por un «machismo que muchas veces ni es visible» y que se evidencia hasta en la misma percepción que tienen los hombres sobre la autoridad de las mujeres.
«Nuestra sociedad aún está muy marcada por el machismo que muchas veces no es invisible. Para el caso de la mujer, la percepción de lo que es autoridad y de cómo se ejerce tiene una influencia muy grande. Entonces, creo que hay que tener una garra mayor en ese sentido», aseveró.
Solidaridad de género
La gestión de Lima en la Fiocruz se ha basado en la promoción del valor social de la ciencia en Brasil y en realizar acciones que acerquen la ciencia a la sociedad.
Para ella es fundamental inculcar estos valores desde la infancia y por eso la entidad forma parte del programa de las Naciones Unidas «Mujeres y niñas en la ciencia» e impulsa programas en educación básica que estimulan la vocación científica en las menores.
Según la socióloga, ellas deben ser conscientes que las mujeres tienen todas las capacidades para «ser lo que quieran» y por eso el mensaje es que tengan «determinación».
No obstante, lo más importante es la solidaridad. «Tenemos que unirnos en pro de la defensa de la ciencia», enfatizó.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), solo el 29,3 % de las mujeres del planeta son investigadoras y solo el 3 % de los premios Nobel en ciencias han sido entregados a mujeres.