Investigadores estadounidenses informaron este lunes de que habían desarrollado una prueba sanguínea para detectar la tuberculosis que puede acelerar el diagnóstico y el tratamiento de esta grave infección bacteriana, a veces mortífera.
La tuberculosis, una de las enfermedades conocidas desde hace más tiempo, mató a alrededor de 1.000 millones de personas en los últimos dos siglos. Hoy en día, esta enfermedad, que provoca tos, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso, es una de las diez principales causas de muerte en el mundo.
A pesar de que en 2015 unos 10,4 millones de personas se enfermaron de tuberculosis y 1,8 millones murieron, su diagnóstico sigue siendo complicado.
«Con los formatos de pruebas actuales, los únicos métodos para diagnosticar la tuberculosis son las secreciones expectoradas, los cultivos de sangre, las invasivas biopsias pulmonares o linfáticas, o las punciones lumbares», dijo Tony Hu, del Instituto de Biodiseño de la Universidad Estatal de Arizona, quien dirigió las investigaciones para desarrollar esta nueva prueba.
Con estos tests tradicionales, cuyos resultados «pueden dar falsos negativos», puede tomar «de días a semanas obtener los resultados».
La nueva prueba «supera todas las existentes en el mercado en la actualidad» y puede realizarse en cuestión de horas, indicaron los investigadores en un comunicado.
También es la primera que mide la gravedad de una infección activa de tuberculosis, al examinar dos proteínas de la sangre –CFP-10 y ESAT-6– que las bacterias de la tuberculosis generan solo durante las infecciones activas.
La precisión de la prueba es de alrededor de 92%. Aún no está disponible para el público y su costo aún no se determinó.
Un informe en el que se describe este test se publicó en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences