El uso de internet creció con fuerza en América Latina pero acusa un fuerte rezago en la adopción y desarrollo de nuevas tecnologías que debe superar aceleradamente si quiere retomar el crecimiento económico, advirtió este martes la Cepal.
América Latina enfrenta un «punto de inflexión»: o adopta rápidamente medidas que le permitan superar sus rezagos en materia tecnológica o se quedará atrás en cuanto a desarrollo económico, coincidieron expertos en el segundo día de la Conferencia de la Ciencia, Innovación y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) de la Cepal que se desarrolla este martes en San José.
«Si bien hay avances, los indicadores del esfuerzo innovador y el acceso a la tecnología (…) no son favorables», advierte en un documento Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
«Es débil el posicionamiento de nuestros países en cuanto a la capacidad para absorber conocimientos en los nuevos paradigmas tecnológicos», en especial en las áreas de información y las comunicaciones y su aplicación en los sectores industriales, agrícolas y de servicios, agrega.
Cambio acelerado
El contexto es desafiante y le impone un sentido de urgencia a la transformación tras dos años de crecimiento negativo (que se cerrarían en 2016 con una contracción del 0,8%) y sin que aún se vea una salida clara a la profunda crisis que atraviesa la economía mundial.
«La región no hizo el salto que tendría que haber hecho (en época de vacas gordas) y eso nos pone en una condición extremadamente compleja», advierte por su parte a la AFP Mario Cimoli, director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de Cepal.
En una región que por décadas basó su desarrollo económico en la extracción de materias primas «pensar en retomar las tasas de crecimiento sostenible solo exclusivamente esperando aumento de los precios o en que las demás economías salgan, no nos va a permitir movernos positivamente», agrega.
La transformación ya está en curso. En la nueva economía, las fábricas ya no son las mismas: se están gestionando de manera distinta y muchos procesos productivos ya se han robotizado.
«El mundo está cambiando a una gran velocidad, no comprenderlo significa que vamos a sufrir los próximos años», advierte el experto.
En cuanto al uso de internet, el panorama mejora en América Latina.
En los últimos cinco años, el número de usuarios aumentó un 20%, llegando al 55% de la población latinoamericana, impulsado fundamentalmente por la banda ancha móvil.
Baja velocidad de la red
Uno de los principales obstáculos para el avance tecnológico de la región a nivel industrial es la baja velocidad de la banda ancha fija.
«Ningún país de la región tiene al menos 5% de sus conexiones con velocidades mayores de 15Mbps mientras que, en los países avanzados, el porcentaje de conexiones de esta velocidad es cercano al 50%», dijo la Cepal en su informe sobre banda ancha lanzado el lunes en San José.
En materia de innovación en ciencia y tecnología, los datos son peores.
La investigación y desarrollo (I+D) de la región es «ínfima», según la Cepal. El gasto en este rubro en América Latina se encuentra «estancado» desde 2004 y representa solo 2,8% del gasto mundial. En Estados Unidos, líder en esta materia, esta cifra llegó a más del 35% del total en 2012.
La región recibió también solo el 4% de la inversión extranjera directa en I+D, con Brasil -el país más avanzado en esta materia de la región- como destino del 60% de estos momentos entre 2012 y 2015.
La mayoría de estos recursos se concentra en investigación, mientras que en los países avanzados predomina el desarrollo experimental. Como consecuencia, el nivel de patentes de la región sigue siendo «muy bajo». Entre 2012 y 2015, América Latina contribuyó sólo con el 0,5% de las patentes mundiales.
En cuanto a capital humano, el rezago también es alto.
En promedio, en los países latinoamericanos hay 520 investigadores jornada completa por cada millón de habitantes, mientras que en las naciones industrializadas la proporción se ubica entre 2.000 y 8.000.
El principal escollo sigue estando en la educación. En gran parte de Latinoamérica existe una alta tasa de deserción escolar, bajos nivel de formación primaria y matrícula en educación superior.