Doscientas 30 mil especies conocidas es con lo que cuentan los océanos a la fecha, menos de lo que se pensaba, aunque los científicos creen que quedan por descubrir entre 500 mil y un millón de animales y plantas marinos, según un informe divulgado por el Registro Mundial de Especies Marinas (WoRMS).
Las 230 mil especies suponen una disminución de cerca de 200 mil contabilizadas en el registro actual de la vida oceánica conocida por la ciencia. Esa reducción no es fruto de una catástrofe que haya diezmado los mares del mundo, sino de una labor de los científicos que han limpiado sus bases de datos para eliminar especies que tenían múltiples nombres.
El ejemplo más claro es el de la pequeña caracola con el nombre científico de Littorina saxatilis, una ubicua especie que aparecía hasta ahora en la literatura científica con hasta 113 nombres distintos. Gracias a los esfuerzos de la comunidad científica internacional, que en los últimos años se ha dedicado a peinar interminables listas de especies en busca de duplicados, el Registro Mundial de Especies Marinas (WoRMS por sus siglas en inglés) está hoy más cerca de la realidad marina.
Jan Mees, codirector de WoRMS, explicó que los científicos están a punto de completar el registro de la vida marina, lo que les ha permitido determinar que en la actualidad se conocen 228 mil 450 especies marinas, 190 mil 400 animales y plantas menos que hace solo unos años.
Los científicos no solo han restado nombres de la lista, sino que también los han añadido a una velocidad sorprendente. Desde el 2008 la comunidad científica internacional ha descubierto unas 1 mil especies marinas nuevas, el equivalente a unas 10 especies al mes, entre ellos 122 nuevos tiburones y rayas, una nueva barracuda en el Mediterráneo, así como 131 nuevos miembros de la familia de peces gobios.
De las 228 mil 450 especies descritas hasta ahora por los científicos, el 86 por ciento (unas 195 mil) son animales marinos, de los que 18 mil son especies de peces descritas desde mediados del siglo XVIII. Además, hay más de 1 mil 800 tipos de estrellas marinas, 816 calamares, 93 ballenas y delfines y 8 mil 900 almejas y otros bivalvos.
El resto de las especies son algas, diversos tipos de plantas marinas, bacterias, virus, hongos y organismos unicelulares. En concreto, 20 mil 300 especies (alrededor del 9 por ciento del total del registro) pertenecen al reino chromista, en el que se incluyen las algas; 8 mil 800 especies son del reino de plantas (un 4 por ciento); 1 mil 700 (menos del 1 por ciento) son del reino bacterial y 1 mil 360, del reino de los hongos.
A nivel microscópico se conocen 623 protozoos, 120 son archaea y 111 son virus. Mees dijo que el registro, una base de datos accesible a la comunidad científica, «es un esfuerzo global para crear un inventario de todos los animales y plantas de los océanos que han sido descritos en la historia». «Y casi hemos terminado ese esfuerzo», añadió el codirector de WoRMS.
Para los que temen que la labor de Mees y sus colegas está borrando el cautivador misterio que los mares tienen desde el inicio de la humanidad, el científico destacó que, a pesar de todo, «conocemos muy poco de los océanos».
«Todavía hay una edad de descubrimiento y exploración que nos espera. Ha habido grandes esfuerzos en las últimas décadas pero cuanto más estudiamos es más evidente que sabemos poco», añadió.
Mees lo explicó de una manera más gráfica: en términos de biodiversidad, los investigadores marinos solo han sido capaces de estudiar en el fondo de los mares una superficie equivalente a un campo de fútbol, lo que supone -si se usa el manido dicho- una gota en el mar.
Los científicos de WoRMS, cuya base de datos está disponible en internet para cualquier investigador, creen que todavía quedan por descubrir y describir hasta un millón de especies marinas.
«Creemos -aseguró- que casi el 40 por ciento de las especies que existen en los océanos han sido descritas hasta el momento. El resto todavía tiene que ser visto, descubierto y descrito». A la pregunta de dónde se encuentran esas especies todavía desconocidas, Mees apunta tres grandes áreas: «las grandes profundidades marinas, el océano Índico y también las zonas tropicales».
«Los sistemas de corales -concluyó- son muy ricos y cada día se descubren nuevas especies. Además, hay grupos de animales que no atraen mucho interés, que son muy pequeños, y de los que hay muchas especies por descubrir».