En el 2004, un joven investigador español, quien responde al seudónimo de Vallez, creó el primer código malicioso para teléfonos móviles, rompiendo con la idea de que los virus eran exclusivos para usuarios de PC con Windows.
En la actualidad, ninguna persona se sorprende al hablar de nuevas amenazas para dispositivos móviles. No obstante, hace 10 años la realidad era distinta, porque se pensaba que solo las PC con Windows eran las únicas sensibles a infectarse.
Sin embargo, ese pensar cambió en el 2004 gracias al descubrimiento que un investigador español de seudónimo Vallez realizó como una posibilidad de crear una prueba de concepto malware, con la finalidad de que se propagara en los celulares y, específicamente, en aquellos que funcionaban con Symbian S60.
Fue así como nació Cabir o Caribe, un gusano que se autorreplicaba de un móvil a otro, utilizando la conexión de bluetooth. No realizaba acciones perjudiciales para el dispositivo del usuario, porque su objetivo era infectar la mayor cantidad de celulares a su alcance. Pero podía generar que la duración de la batería de los móviles infectados se redujera rápidamente al estar conectado a bluetooth.
No obstante, muchos cibercriminales se beneficiaron de esta investigación, creando códigos maliciosos perjudiciales. Con el paso del tiempo, han ido evolucionando y convirtiéndose en más dañinos, lo que pone en riesgo la información personal del usuario de un dispositivo móvil. Para impedir que se sigan propagando los virus, ha sido necesario implementar una educación colectiva para mostrarle al usuario cómo prevenirlos y de qué manera, si ya lo adquirió, pueda eliminarlo.