¡Mamá, devuélveme mis lápices de colores! Deliciosamente regresivos, los libros para colorear destinados a los adultos estimulan la concentración y al mismo tiempo relajan: según los editores son la nueva panacea contra el estrés y se venden como pan caliente.
Luego de los libros «para rayar» en boga en Inglaterra hace algunos años, los cuadernos para colorear rotulados «anti-estrés», «bienestar mediante la expresión artística» o «arte-terapia», proliferan en Europa. En Francia ocupan los primeros lugares en los anaqueles de libros de recreación.
«Hicimos una prueba en junio de 2012 con el libro ‘100 coloreos anti-estrés’, adquirido a un editor británico. ¡El éxito fue inmediato!», explica a la AFP Anne Le Meur, editora de Hachette Pratique.
Desde entonces, esta casa editorial ofrece toda una gama de coloreo «made in France», de los más simples a los más complejos: libros encuadernados, con tipografía Bodoni, cofres y desde este año, posters XXL. En junio saldrán a la venta cuatro nuevos posters: «Jungla», «Budas», «Bollywood» y «New York».
«La tendencia es internacional. Vendimos los derechos de nuestros libros de coloreo en varios países europeos, incluyendo Gran Bretaña, que se dispone a vender los derechos en Estados Unidos, China, Corea, Rusia… En Francia, las ventas de la colección ‘Arte-Terapia’, que cuenta diez volúmenes, totalizan actualmente 300.000 ejemplares», dice Le Meur.
Prueba de ese éxito, cinco libros de coloreo para adultos publicados por las editoriales Marabout, Hachette Pratique, Dessain y Tolra, figuran desde principios de año entre los quince más vendidos del mes en la categoría «Práctica» registradas por el semanario especializado Livres Hebdo.
«Esta actividad, que implica serenidad y concentración, seduce cada vez más. La gente está tan estresada, solicitada en permanencia por los teléfonos móviles, internet, las redes sociales, en un zapeo permanente, que necesita desconectarse. Con estos libros uno crea con sus propias manos, sin habilidades particulares ni complejos», agrega.
Virtudes terapéuticas
Los adeptos son fundamentalmente mujeres, de cualquier edad, desde chicas jóvenes hasta señoras ancianas.
«El coloreo es un poco regresivo, un retorno a la infancia, como los dulces, pero proponemos siempre ilustraciones con un vínculo cultural. Los ilustradores, como Sophie Leblanc o Jérôme Meyer-Bisch, al principio estaban un poco sorprendidos con nuestros pedidos. Desde entonces están muy entusiasmados y tienen toda la libertad para inventar».
Hélène Gédouin, directora editorial para la casa Marabout, que publica en especial «Jardín secreto. Cuaderno para colorear a la búsqueda del tesoro anti-estrés» de Johanna Basford, que vendió 44.000 ejemplares desde febrero, saluda las «virtudes terapéuticas» del coloreo para adultos.
Y los «artistas» no se contentan con colorear a escondidas: los fans muestran orgullosos sus obras en internet, en sus blogs, en YouTube o Instagram, o los regalan una vez terminados. A veces colorean en grupo, en familia o con amigos.
«¡Por fin un libro que nos hace bien!», comenta Sabrina tras hacer una demostración en YouTube.
«Miren mi obra de arte!», dice otro adepto. «Cuando lo terminé, lo miré como un cuadro!», lanza en internet un tercer entusiasta.
De los jardines al arte medieval, pasando por lugares famosos, temas orientales e imágenes de París o Nueva York, cada cual halla de qué sacar punta a sus lápices o usar sus fibras de colores. Sin olvidarse de los adeptos al grafiti, que pueden dedicarse al arte callejero a domicilio con «Graff, arte callejero para colorear» (Hachette Loisirs/Fatcap), con murales de artistas de todo el mundo, a colorear según la inspiración personal.