Nada de volante, ni pedal del acelerador o de freno: el gigante estadounidense de internet Google comenzó a construir sus propios automóviles eléctricos sin conductor, que aspira poner en las calles en los próximos años.
«No tendrán volante, pedal de acelerador ni pedal de freno (…), porque no los necesita. Nuestros software y nuestros sensores hacen todo el trabajo», aseguró Chris Urmson, responsable del proyecto en Google, en un mensaje presentando el nuevo prototipo publicado el martes en el sitio en internet del grupo.
El pequeño Google Car eléctrico tiene dos plazas y se asemeja un poco al Fiat 500 o al Smart, e incluso a un juguete infantil con su frente que recuerda a una cara sonriente.
El vehículo está coronado con una pequeña torre en el techo equipada con múltiples sensores y láseres que le permiten captar lo que le rodea y así «conducirse» solo.
Una cámara instalada en el capot controla también lo que sucede delante.
Google prevé fabricar «Cerca de un centenar» de estos prototipos. La firma comenzará a probar estas primeras versiones aún con comandos manuales, permitiendo si es necesario a un conductor tomar el control. Pero «si todo va bien, podríamos lanzar un pequeño programa piloto aquí en California en los dos próximos años», indicó Urmson.
Seguridad y movilidad reforzadas
Google trabajaba desde hace varios años en proyectos de coches sin conductor, a menudo desarrollados en paralelo con sus servicios de cartografía. Sin embargo, hasta ahora eran para automóviles ya existentes, fabricados por empresas como la japonesa Toyota o la alemana Audi (Volkswagen).
Pero esta es la primera vez que la empresa californiana anuncia que construirá sus propios coches. Los prototipos serán, según Urmson, «muy básicos».
El interior fue «contruido para el aprendizaje, no para el lujo»: se limita a dos asientos (con cinturones), un espacio para las pertenencias de los pasajeros, botones para arrancar y detener, y una pantalla que muestra la ruta. Y eso es todo», detalló.
Google insiste en cambio en la seguridad.
La velocidad máxima de los prototipos no superará los 40 km/h y estarán equipados con sensores que permitirán eliminar los puntos ciegos y detectar objetos en todas las direcciones y a una distancia equivalente a «más de dos campos de fútbol, según el responsable del proyecto.
El diseño fue pensado también para los peatones: en lugar de un parachoques tiene una calandra suave y el parabrisas puede deformarse en caso de choque, lo que reduce el riesgo de lesiones.
Cambiar el mundo
«Fue muy estimulante empezar desde una hoja en blanco y preguntarse: ¿Qué debería ser diferente para este tipo de vehículos?», señaló Urmson.
«La razón por la que estoy tan entusiasmado a propósito de estos prototipos y de nuestro proyecto de vehículo autónomo en general, es que tenemos la posibilidad de cambiar el mundo que nos rodea», dijo Sergey Brin, uno de los fundadores de Google.
«Imagínese: uno puede hacer un paseo en el centro de la ciudad a la hora del almuerzo sin pasar 20 minutos para encontrar un lugar para aparcar. Las personas mayores pueden conservar su libertad, aunque no puedan usar las llaves del coche… ¿Y el alcohol o la distracción al volante? Historia pasada», agregó Urmson.
Sergey Brin dijo que quería trabajar «con los socios», a los que no identificó, como ha hecho Google antes para fabricar sus tabletas y smartphones Nexus y sus ordenadores Chromebook.