El Galaxy S5 tiene que competir con otras empresas en momentos en que se frena el crecimiento de las ventas de smartphones y mercados como Estados Unidos y Europa se encuentran casi saturados.
Samsung, que vendió cerca de 300 millones de estos dispositivos en 2013, cuenta con que su nuevo producto le permita recuperar el desenfrenado crecimiento de los últimos años, que le permite estar hoy sólidamente instalado en el liderato mundial del sector.
El año pasado, Samsung tuvo una cuota superior a 30% en el mercado mundial de los teléfonos inteligentes, casi el doble que su principal rival, Apple.
Los expertos consideran que el S5 es uno de los mejores teléfonos inteligentes en el mercado, pero también existe un consenso general de que le falta algo que entusiasme a los clientes y que lo diferencie de sus antecesores y de sus competidores.
«Puede nadar, pero no hará olas», fue el veredicto del diario Wall Street Journal, refiriéndose a una mayor resistencia al agua de este modelo comparado con las versiones anteriores del dispositivo.
«El Galaxy S5 es un buen teléfono», sostuvo por su parte el Washington Post. «Pero la verdad es que no hay nada aquí que merezca anular un contrato para comprarlo», agregó.
La unidad de teléfonos móviles de Samsung fue la fuerza motriz que permitió beneficios sin precedentes en los últimos años. Ahora necesita al S5 para replicar a los pesimistas que afirman que la compañía carece de una estrategia clara para florecer en un mercado cada vez más competitivo y saturado.
Samsung adelantó esta semana previsiones pesimistas para sus resultados financieros a corto plazo.
Para los tres primeros meses de este año prevé un beneficio de explotación de 8.5 billones de won (5,790 millones de euros o 7,970 millones de dólares), en retroceso de 4,3% respecto al mismo período de 2013.
El grupo surcoreano espera no obstante un beneficio en alza de 1.08%, comparado con el obtenido en el último trimestre de 2013.
Saturación en densos mercados
Los productores de ‘smartphones’ de gama alta, de un valor de varios centenares de euros o dólares, sufren la saturación de mercados cada vez más densos, en Norteamérica o Europa, donde el porcentaje de poseedores de estos aparatos es muy elevado. Además, el mercado asiste a la llegada de nuevos actores, como el chino Huawei, que proponen productos de gama intermedia.
Reflejo de esta situación es el precio anunciado del S5, inferior al del S4. Según el gabinete IDC, el precio medio de los ‘smartphones’ caerá en 2017 a 265 dólares (190 euros), contra 337 dólares en 2013 y 387 en 2012.
Los surcoreanos -siete de cada 10 poseen al menos un teléfono inteligente- habían tenido la primicia del S5, ya que los operadores adelantaron en el país la fecha de venta.
Por otro lado, Samsung libra una batalla judicial contra Apple en los tribunales, donde los dos líderes mundiales se disputan la paternidad de licencias tecnológicas.
El último proceso se inició a principios de mes en San José en California.
Apple exige más de 2,000 millones de dólares, y acusa a Samsung de haber vendido en Estados Unidos más de 37 millones de ‘smartphones’ y tabletas que violan sus licencias.