miércoles 30 de octubre del 2024

El ratón saltamontes, insensible al veneno de un escorpión por la evolución

por Redacción


Descubrieron que las toxinas del veneno del escorpión neutralizan ciertas neuronas en el ratón arenero pero las activan en otros roedores.

El ratón saltamontes arenero es insensible a las picadas de una especie de escorpión, una rareza resultado de la evolución que permite a este roedor de América del Norte alimentarse de este insecto, dijo una investigación publicada el jueves en Estados Unidos.

Esta excepción biológica podría ayudar a los investigadores a desarrollar tratamientos contra el dolor y antídotos contra el veneno de este escorpión, el Centruroides sculpturatus.

Es raro que la evolución neutralice el mecanismo del dolor que permite proteger al cuerpo de las agresiones exteriores e identificar una enfermedad, destacan los científicos, cuyo estudio fue publicado en la revista estadounidense Science del 25 de octubre.

Para descubrir el secreto de la resistencia del ratón saltamontes arenero (Onychomys torridus), los investigadores estudiaron los efectos del veneno de esta especie de escorpión en otros ratones desprovistos de este mecanismo biológico.

Descubrieron que las toxinas del veneno del escorpión neutralizan ciertas neuronas en el ratón arenero pero las activan en otros roedores.

El veneno de estos escorpiones contiene potentes neurotoxinas que actúan sobre el sistema nervioso central y el sistema circulatorio, provocando intensas contracciones musculares e insuficiencia respiratoria.

Después de una serie de experimentos, los científicos, entre ellos Ashlee Rowe, de la Universidad de Texas (Austin, sur), comprobaron que el veneno activa algunos receptores del dolor en los ratones normales, como en todos los mamíferos, pero no así en el ratón saltamontes.

En este último, los biólogos descubrieron que otro receptor producto de una mutación genera aminoácidos diferentes capaces de unir las toxinas del veneno y neutralizar todas las otras neuronas receptoras del dolor alrededor.

De hecho, el veneno parece desactivar temporalmente cualquier forma de dolor en el ratón saltamontes, dice la investigación.

Este mecanismo de defensa es similar al que se observa en la rata topo desnuda, insensible al dolor, lo que le permite soportar niveles muy altos de dióxido de carbono en las galerías subterráneas donde vive.