Una escultura en tríptico en la que la figura del papa Francisco, creada por el artista chileno Pablo Maire, deja caer a un bebé ha generado polémica en México por el tema que trata: una crítica a la Iglesia católica y sus jerarcas que, según cuenta el artista este miércoles, perpetúan un modelo «violento y anacrónico».
En la obra expuesta en la Aguafuerte Galería de la capital mexicana, titulada «Chao tradición», en la primera figura aparece el papa arrullando a un bebé; en la segunda, el bebé es soltado por el pontífice y cae, y en la tercera aparece en el piso destrozado con el jerarca católico en risa plena.
Maire, nacido en Talca, Chile en 1975, es un artista visual y poeta y ha desarrollado trabajos en escultura, grabado, pintura y fotografía que se han expuesto en Venezuela, Perú, Argentina, Chile, Colombia, México, España y República Checa.
La idea
El artista chileno se inspiró en una obra de la década de los 90 en la que el activista y artista contemporáneo chino Ai Weiwei tomó un antiguo jarrón de cerámica de la dinastía Han (que reinó del año 202 antes de Cristo al año 220 después de Cristo) y lo dejó caer al piso y se trituró, como una forma de protesta contra el Gobierno chino.
«Él hizo este gesto simbólico como de destruir la tradición china y yo lo transpolé, puse esta obra en el contexto occidental y me imaginé la tradición católica, que es una tradición que a todos nos afecta de algún modo porque somos del mundo occidental, sobre todo con temas como la pedofilia», dijo Maire en una entrevista con Efe.
Puso como ejemplo la corrupción de la Iglesia católica en Chile y recordó que hace un par de años en su país «los casos de pedofilia salieron a la luz como nunca antes y la gente tuvo una desafección, al menos con la institución católica, no con la creencia».
Además, contó que cuando el papa Francisco fue a Chile, los eventos públicos «estaban prácticamente vacíos» a diferencia de los que llevó a cabo en Perú «donde se llenaban» y eso, dijo, no quiere decir que Perú o México no tengan casos de pedofilia.
«Son casos que como institución a mí me parecen deleznables», recalcó.
La obra
La obra hecha en poliresina de 27 x 11 x 9 centímetros, con base hecha de madera, fue propuesta por el artista al galerista mexicano Israel Alvarado, uno de los pocos miembros del gremio abiertos a presentar obras polémicas y disruptivas como la de Maire.
Al explicar su obra, el chileno señaló que en la primera figura «el papa toma a un niño, que puede ser Cristo también y lo expone como ofrenda a Dios por eso está mirando hacia arriba, luego en la segunda lo deja caer y en la tercera se tritura y se ríe».
«Sabemos que todas las instituciones poderosas muchas veces caen desde adentro y no se necesitan factores externos para que eso se derrumbe», expuso.
Recordó que nació durante la dictadura de Augusto Pinochet, lo que «obviamente» le afectó «profundamente».
«Sobre todo porque tengo familiares perseguidos por la dictadura y tengo trabajos que no tienen solo que ver con la religión, sino que también tienen que ver con lo político y yo hago esos juegos políticos porque el arte y la política están muy vinculados desde mi punto de vista y con respecto a mi trabajo», detalló.
La galería
Para Israel Alvarado, curador y director de Aguafuerte Galería, donde se presenta la obra de Pablo Maire, esa pieza «representa romper con la tradición, ver cómo se quebranta la Iglesia y habla también de los problemas como la pederastia y el abuso sexual, problemas que la Iglesia ha enfrentado».
Además de la escultura del papa, también se presenta un óleo sobre tela en el que aparecen dos hombres, uno de raza negra y otro de raza blanca, ambos con sobrepeso, fundidos en un beso.
Alvarado contó que el trabajo de Maire estará expuesto dentro de la muestra colaborativa «Químicas Ácidas», en la que también estará presente la obra de la escultora italiana Francesca Dalla Benetta y que se presentará al público del 25 de agosto al 19 de septiembre en Aguafuerte Galería, que se ubica en la calle de Guanajuato en la colonia (barrio) Roma.