Un violín Stradivarius, que fuera robado en Londres en diciembre de 2010 mientras su propietaria comía un sándwich y luego encontrado casi en perfecto estado en julio pasado, fue vendido por 1,6 millones de euros en un remate de la casa Tarisio.
Los cacos habían robado el precioso violín, fabricado en 1696, y dos arcos con un valor de unos 78.000 euros en momentos en que la música de origen coreano Min-Jin Kym, quien tocaba ese instrumento desde su adolescencia, comía un sándwich en la estación de Euston en Londres.
Tras el robo, los ladrones intentaron vender el instrumento, fabricado por el legendario lutier Antonio Stradivarius, por apenas un centenar de libras, y tres años más tarde el mismo fue encontrado en su estuche en una propiedad rural en el centro de Inglaterra.
El violín se encontraba casi intacto, y sólo había sufrido daños menores en su odisea.
En 2011, tres personas fueron declaradas culpables de la sustracción, entre ellas un adulto que fue condenado a cuatro años y medio de prisión, y un menor cuya pena fue de diez meses de reclusión.