El veterano actor Ryan O’Neal defendió el lunes haberse llevado una pintura de Andy Warhol de la casa de su examante Farrah Fawcett justo después de su muerte en 2009, cuando presentaba la evidencia en el juicio en Los Ángeles sobre la disputada obra.
O’Neal afirmó que el retrato de Fawcett le pertenece, pero que él lo había dejado en casa de la actriz porque a su nueva novia «la ponía incómoda sentir que Farrah la estaba observando» todo el tiempo desde la pared.
La universidad de Texas, donde la estrella de «Los ángeles de Charlie» estudió cuando era joven, demandó a O’Neal luego de que la obra apareciera en la casa del actor durante un episodio del programa de telerrealidad «Ryan y Tatum: los O’Neals».
La universidad alega que, al morir, Fawcett legó todas sus obras de arte a su casa de estudios.
Por un lado, la institución insiste en que la pintura de Warhol debe exhibirse en su museo al lado de otro retrato casi idéntico de la actriz. Por el otro, el abogado de O’Neal afirma que Warhol le dio un retrato a Fawcett y el otro a O’Neal.
El lunes, el actor dijo en un tribunal en Los Ángeles que se llevó la obra del apartamento de Fawcett poco después de que ella muriera de cáncer el 25 de junio de 2009 a los 62 años. El mismo día falleció también Michael Jackson.
Cuando se le preguntó si le había comentado a alguien que se llevaría la serigrafía, respondió: «Tal vez lo hice, tal vez no».
O’Neal agregó que tuvo consigo el retrato en su casa de Malibu, el adinerado vecindario de los ricos y famosos en el oeste de Los Ángeles, desde 1980 hasta 1998, pero que se lo prestaba a Fawcett ocasionalmente para que lo exhibiera junto a la copia que ella tenía.
Pero las cosas cambiaron cuando Fawcett lo vio con otra mujer en 1997. «Estaba herida, estaba en shock», dijo el actor de 72 años.
«Le pedí que se llevara su retrato y lo guardara por mí, porque a mi joven novia la ponía incómoda que Farrah la estuviera observando», detalló en el tribunal.
Si bien la universidad afirma que el retrato vale 12 millones de dólares, el abogado de O’Neal, Martin Singer, estimó en un millón su valor y añadió: «La Universidad de Texas debería estar satisfecha con lo que obtuvo».