Figuras destacadas del mundo del arte y de la política en Polonia rindieron un emotivo homenaje el lunes al célebre director Andrzej Wajda, maestro indiscutible del cine polaco y ganador de un Oscar honorífico, que falleció la víspera a los 90 años.
«Todos somos de Wajda. Veíamos Polonia, y a nosotros mismos, a través de él. Y la entendíamos mejor. A partir de ahora, será más difícil», se lamentó en su cuenta Twitter Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo y exprimer ministro polaco.
Desde su segunda película «Kanal» (La patrulla de la muerte), premiada en Cannes en 1957, hasta «Powidoki» (Afterimage, 2016), que Polonia presenta este año al Óscar a la mejor película de habla no inglesa, Wajda explicó a los polacos, y al mundo entero, su historia, a través de los grandes momentos pero también con sus épocas más oscuras.
Wajda, quien ganó en el 2000 un Óscar a toda su trayectoria, deja tras de sí una larga serie de celebradas películas inspiradas en la turbulenta historia de su país.
«Un gran personaje, un gran polaco, un gran patriota y un gran director han pasado a la eternidad», lamentó Lech Walesa, líder histórico del sindicato Solidaridad y premio Nobel de la Paz.
«Cada vez que nos veíamos, me decía cosas de una gran sabiduría», destacó a la AFP el expresidente, que apareció en la película «El hombre de hierro», que cuenta, casi en tiempo real, la historia de Solidaridad, el primer sindicato independiente del bloque comunista, y que ganó la Palma de Oro en Cannes en 1981.
«Nos volveremos a ver pronto, ya hice mis maletas», añadió Walesa ante varios periodistas, sin dar más detalles.
El director polaco Roman Polanski dijo que el fallecido director Andrzej Wajda, era un «símbolo de valentía y de libetad» y que con él se acaba un periodo de su vida.
La escuela de cine de Lodz (centro), de donde han salido todos los grandes nombres del séptimo arte en Polonia, incluyendo Wajda, colocó el lunes banderas negras en su entrada.
«Fue un hombre valiente, de una gran autoridad, un maestro para los jóvenes», señaló el actor Daniel Olbrychski, que actuó en 13 películas de Wajda.
«Nos hablaba de nuestras minucias y de nuestras grandezas, directo a los ojos, sin seguir los rodeos de la mentira», añadió.
Resumiendo el sentimiento general, un crítico de cine, Tomasz Raczek, escribió en Twitter: «El duelo en el cine polaco será largo».
Siempre activo
En estos últimos meses, sus amigos constataron que su salud iba deteriorándose, pero no querían pensar que se estaba yendo.
«Sabíamos que estaba enfermo, que tenía 90 años. Entró hace unos días en el hospital, pero esperábamos que saldría», explicó a la cadena privada TVN24 el director y presidente de la asociación de cineastas polacos Jacek Bromski.
A pesar de su edad, Wajda se mantuvo muy activo en estos últimos años, respaldado por su mujer, Krystyna Zashwatowicz, actriz, directora y escenógrafa.
En «Katyn», nominada al Óscar en 2008, explicaba la trágica historia de su padre, Jakub Wajda, que fue uno de los 22.500 oficiales polacos masacrados por los soviéticos en 1940, sobre todo en Katyn.
Su último largometraje, «Powidoki» (Afterimage), fue proyectado en septiembre en el festival de Toronto (Canadá) pero todavía no se ha estrenado. Wajda describe en él los últimos años de vida de un pintor vanguardista y teórico del arte, Wladyslaw Strzeminski, que lucha contra el poder estalinista.
«Con este filme, quería advertir del peligro de cualquier intervención del Estado en los asuntos de arte», declaró en una de sus últimas intervenciones en público, hace 115 días, en un festival de cine polaco en Gdynia (norte).