La «poesía de amor» de Roque Dalton, asesinado en 1975 por sus compañeros de armas, resonó nuevamente en El Salvador con la publicación de una antología para «fusilar» con palabras «la terrible miseria colectiva», tan vigente como en la época en la que él vivió.
Para el poeta y editor salvadoreño Carlos Clará, quien estuvo involucrado en la publicación con la Editorial Cinco, la antología «Hace frío sin ti» muestra la «vigencia» de los versos de Dalton, ya que retratan la mayoría de problemas que vive el país centroamericano en la actualidad, incluso con palabras de amor.
«Algunos poemas necesitarían un poco de contexto del país que retratan, pero un salvadoreño fácilmente se ubica, y la mayoría de los problemas que a Roque lo movían los estamos viendo» y «tienen que ver mucho con la condición humana aunado con el tema político», dijo a Efe Clará.
Este escritor, autor del poemario «Los pasillos imaginarios», fue el encargado de abrir el lanzamiento de la publicación en una librería de San Salvador al darle voz a un poema queDalton dedicó a su viuda y guardián del legado literario, Aida Cañas.
En la sala resonaron las palabras escritas por Dalton en 1956: «Aída fusilemos la noche y los negros cañones y las bombas atómicas; fusilemos el odio y la terrible miseria colectiva».
Para Clará otro factor que da «vigencia» a la obra de Dalton es que «sus inquietudes intelectuales también eran sus inquietudes artísticas y eso es lo que hace tan enriquecedora y actual su poesía».
Según el cineasta e hijo menor del poeta, Jorge Dalton, los textos reunidos en la antología muestran a un «Roque que es necesario conocer», distinto al de su faceta más conocida, la de letrado revolucionario.
Señaló que muchos lectores de la obra de Dalton tiene a «otros roques», incluido uno «más político, al estilo del Che Guevara, como figuras intocables» y reconoció que nunca le gustó ver a su padre de «esa forma».
«Nunca había querido estar en los homenajes (a Roque Dalton), porque me parecía que no se hablaba del padre que yo había conocido», dijo el cineasta durante la presentación de la antología.
El menor de los hermanos Dalton, que ha dirigido documentales como «Entre los muertos», agradeció la publicación del libro que «es un acercamiento a los primeros poemas, a los poemas de amor» del reconocido escritor salvadoreño.
Por su parte, Juan José Dalton, periodista y director de diversos medios digitales en El Salvador, señaló a Acan-Efe que esta publicación y las continuas ediciones de la obra de su padre son una «bofetada» a quienes intentaron callarlo.
«Esto es una muestra de que sus pensamientos e ideas están vigentes más que nunca, eso no lo puede negar nadie», apuntó Juan José Dalton, quien aseguró que el Ministerio de Educación salvadoreño «en poco tiempo va a publicar la poesía completa para los estudiantes».
Sandra Echeverría, representante de la Editorial Cinco, anunció durante el lanzamiento del libro que «Hace frío sin ti» inaugura la colección de antologías «Desnuda» y que posteriormente publicarán «País mío vení», en el que se recogerán poemas dedicados a El Salvador.
En 1961 Roque Dalton fue expulsado de su país y vivió el exilio en México, Checoslovaquia y Cuba, en este último país se agenció en 1969 el prestigioso premio Casa de las Américas por el libro «Taberna y otros lugares».
Se presume que Dalton regresó en 1973 a El Salvador, donde fue asesinado por sus compañeros de la organización insurgente Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1975, sin que sus restos hayan sido encontrados.
El ERP fue uno de los cinco grupos que integraron en 1980 el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en el poder desde el año 2009 como partido político.
Los señalados de perpetrar el crimen son Joaquín Villalobos, quien se ha desempeñado como consultor en temas de seguridad para los gobiernos de México y Colombia, y Jorge Meléndez, director desde 2009 de la gubernamental Protección Civil.
En enero de 2012 un tribunal salvadoreño dictó sobreseimiento definitivo del caso Dalton bajo el argumento de que ya había prescrito el crimen y en 2011 sus hijos acudieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).