Un nuevo examen a los restos del Premio Nobel chileno Pablo Neruda halló una masiva bacteria infecciosa, que para la justicia no concluye que pudo ser envenenado por la dictadura de Augusto Pinochet pero que para su familia sustenta «una duda razonable».
El análisis fue realizado por expertos forenses de la Universidad de Murcia, en España, y permitió «detectar la presencia de tres tipos de proteínas en los restos del vate», dijo un reporte del Poder Judicial chileno sobre la muerte del poeta, ocurrida días después del golpe de Estado que derrocó al socialista Salvador Allende e instaló la dictadura de Pinochet, en septiembre de 1973.
Los dos primeros grupos de proteínas estarían relacionadas con el cáncer de próstata avanzado que sufría el poeta, mencionado hasta ahora como la causa oficial de su muerte, ocurrida mientras se hallaba internado en una clínica de Santiago, con planes de viajar a México para comandar desde allí la oposición a Pinochet.
Pero del tercer grupo de proteínas bacterianas «resulta muy difícil establecer o excluir la presencia de un proceso infeccioso agudo en las últimas horas de vida del poeta», afirma un comunicado del Poder Judicial chileno, sobre pericias que tienen un carácter de «reservado».
La presencia de este tipo de bacterias, «estafilococo dorado», según reveló más tarde un representante de la familia del vate, «sustenta la duda razonable que nosotros tenemos en que hubo una intervención de terceros», dijo en rueda de prensa Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda.
Si bien se encontraron bacterias asociadas al cáncer que padecía Neruda, este tercer grupo de bacterias «no guarda relación con el cáncer; esa es la noticia», afirmó de su lado, Rodrigo Lledó, abogado del programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior chileno.
Pero el reporte del Poder Judicial chileno advierte que el «análisis de datos requiere de dosis oportunas de prudencia para evitar conclusiones aventuradas en ausencia de informaciones adicionales, de las que en este momento carecemos».
Los restos de Neruda, exhumados en abril de 2013, fueron sometidos ya a otras pericias químicas que determinaron que su muerte estuvo vinculada al cáncer de próstata que sufría.
Para sacar conclusiones, faltan aún los resultados de otros análisis genéticos.
La investigación por la muerte de Neruda se abrió en 2011 luego de que su exchofer aseguró que mientras se hallaba internado, el poeta recibió una inyección en el pecho que a las pocas horas le provocó la muerte.
Las dudas se acrecentaron al comprobarse que la dictadura de Pinochet desarrolló desde temprano agentes químicos para el exterminio de opositores.