El Salvador
viernes 22 de noviembre de 2024

Nobel de Literatura Vargas Llosa cuestiona monopolio de la prensa en Perú

por Redacción


Para evitar el monopolio de la prensa, el escritor estima que una ley de prensa "sería peor que la enfermedad".

El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa criticó la concentración de medios de prensa en Perú y respaldó un pedido de ocho periodistas al Poder Judicial para que se anule la compra que hizo el diario limeño El Comercio de la cadena periodística Epensa.

«La libertad de prensa se ve amenazada si un grupo económico pasa a controlar de manera significativamente mayoritaria los medios de comunicación escritos o audiovisuales», afirmó el escritor peruano en su columna Piedra de Toque, publicada este domingo en el diario La República, de Lima.

Vargas Llosa estimó que eso «es lo que acaba de ocurrir en el Perú con la compra, por el grupo El Comercio, de los diarios de Epensa, operación que le asegura el control de poco menos que el 80% de la prensa escrita en el país».

El Comercio, decano de la prensa que controla nueve diarios y dos canales de televisión, compró en agosto Epensa -que publica una cadena de diarios a nivel nacional-, dando lugar a un debate sobre la inconveniencia de una posición de dominio de un conglomerado en la prensa peruana.

El autor de ‘El héroe discreto’, su más reciente novela, calificó de «valientes» a los ocho periodistas «que se han enfrentado al gigante al recurrir al Poder Judicial a fin de que determine si la fusión transgrede el principio constitucional contra el monopolio y el acaparamiento».

La Constitución de Perú señala que los medios de comunicación «no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares».

El proceso podría llegar hasta las más altas instancias judiciales, incluso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, posibilidad que es aprobada por el escritor.

Vargas Llosa remarcó que «cuando un órgano de prensa anula a los competidores y se convierte en amo y señor de la información, ésta pasa a ser un monólogo cacofónico como el de una prensa estatizada».

«Con ella no sólo la libertad de información y de crítica se deteriora, también la libertad a secas se halla en peligro de eclipsarse», añade al subrayar que «ningún país democrático admite que un órgano de prensa acapare porcentajes elevados del mercado de la información».

Para evitar el monopolio de la prensa, el escritor estima que una ley de prensa «sería peor que la enfermedad», por lo que consideró que el mejor camino es la acción de amparo presentada por los periodistas ante el Poder Judicial.