Una bandera de los Realistas de 1810, el calabozo con sus sitios de torturas a los prisioneros de la época, el escritorio de Mariano Moreno, el balcón desde donde se anunció el Primer Gobierno Patrio, la orden de fusilamiento de Santiago de Liniers, un bajo altar de la antigua iglesia San Nicolás, la imprenta con la que Manuel Belgrano publicaba sus proclamas revolucionarias. Todo eso se puede visitar en el Museo Nacional del Cabildo, que renueva sus tesoros en medio de la Semana de Mayo.
“El pueblo quiere saber de qué se trata”, gritaba la multitud en la antigua Plaza de la Victoria (hoy Plaza de Mayo) y desde uno de los balcones del Cabildo, Juan José Paso y Mariano Moreno les anunciaban que había un nuevo Gobierno Patrio. Las historias y los mitos tantas veces estudiados en la escuela primaria, ahora parecen acercarse. Como si saltaran de los libros y aparecieran frente a los ojos de los visitantes.
Entre las novedades que encontrará el visitante se destaca el escritorio de Mariano Moreno. Es el mismo que usaba el prócer en su despacho, detrás de la casa de Mariquita Sanchez de Thompson, en la calle Florida. También se tendrá acceso al abre carta de Juan José Passo, prestado por Mario Passo –descendiente del mismísimo Juan José–. Otros objetos históricos son la orden de fusilamiento a Santiago de Liniers, así como la bandera de los Realistas de 1810, que fue ganada en una de las batallas.
“La muestra cambia su guión histórico, es decir la forma en que está organizada la información. Pudimos hacerlo gracias a préstamos de otros museos, particulares y el Instituto Belgraniano”, contó el director del Museo Nacional del Cabildo, Gabriel Di Meglio.
El plato fuerte de la recorrida será conocer la imprenta que correspondió a Manuel Belgrano con las que el creador de la bandera publicaba los textos que luego eran entregados a los habitantes del pueblo para contar los objetivos revolucionarios. Lo acompañó, principalmente, en las campañas del Norte (se cree que fue de gran ayuda para llevar a cabo el éxodo jujeño). “Es un objeto histórico muy importante, que además tiene como particularidad ser una de los pocas prensas móviles que se conservan en tan buen estado. Es un hallazgo realmente impresionante”, agrega Di Meglio.