En la segunda edición de la Nuit Blanche (Noche Blanca), el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán participó una vez más con una variada programación cultural a los asistentes que se dieron cita el pasado sábado 1 de abril.
El acto de inauguración de la Noche Blanca, que tuvo lugar en la Plaza de las Banderas de CIFCO, fue presidido por la presidenta del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), Cecibel Lau; el director de la Alianza Francesa, Max Vasseur; el director del MUNA, José Heriberto Erquicia, en representación de la titular de Cultura, Silvia Elena Regalado, y la secretaria de Cultura de la Alcaldía de San Salvador, Suecy Callejas.
Erquicia dio lectura a las palabras de la funcionaria de Cultura, que dejaban claro que la Noche Blanca va más allá de ser una “demostración estética del arte”, ya que se trata de un esfuerzo colectivo donde se demuestra “la voluntad de hacer un cambio de actitud positiva ante las provocaciones negativas que existen en la sociedad”.
Por otra parte, se destacó en el discurso el lema de “La cultura se toma las calles”, porque permite que la “gente que no tiene acceso al disfrute de las artes en sus diferentes expresiones” acceda a ellas durante la noche del evento.
El Muna inició su velada cultural en sus instalaciones con el concierto del Cuarteto Sharberg, alrededor de las 7 p. m. Luego, la Compañía Nacional de Danza (CND) interpretó la coreografía “Un día después”, del director de la CND, Eduardo Rogel, con música del cantautor y guitarrista, Silvio Rodríguez.
“Lloré al escuchar la canción y ver las interpretaciones de los artistas. Me sorprendió ver en el museo danza, es como ir haciendo cosas diferentes. Gracias a los organizadores”, indicó Magaly Hernández, asistente del evento.
Asimismo, la Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI) junto al Departamento de Letras de la Secretaría de Cultura de la Presidencia ofrecieron un recital de poesía infantil, en donde participaron Maura Echeverría, Alberto Pocasangre, Mario Noel Rodríguez y Erick Lemus.
El MUNA también puso a disposición del público un espacio de cuentacuentos a cargo de Pablo Agudelo (originario de Colombia), quien desarrolló de forma ávida y divertida leyendas latinoamericanas.
Por otro lado, durante toda la jornada se ofreció el servicio de guías, para realizar recorridos en las salas de exposición permanente y temporales del museo.
David, de 9 años, quien acudió al MUNA en compañía de sus padres expresó su emoción de estar en el museo: “Hemos caminado mucho en toda la calle e hice varias cosas, pero lo que más me gustó fueron los cuentos que aquí dijeron”.
La Nuit Blanche es una operación cultural de gran magnitud, originada en París, en 2002, que propone una serie de manifestaciones e intercambios entre la ciudadanía y los artistas durante la noche. Con el tiempo, el concepto se exportó a varias ciudades del mundo: Roma, Lisboa, Madrid y Toronto. San Salvador retomó la iniciativa por primera vez en 2016, con el objetivo de fomentar el uso y la reapropiación del espacio público, gracias a la creación artística.