El Salvador
sábado 28 de diciembre de 2024

Isabel Allende extraña la inocencia literaria

por Redacción

Isabel Allende, cuya última novela «El juego de Ripper» ya es bestseller en Latinoamérica y España, a veces extraña la «inocencia» con que se aproximó a la literatura cuando escribió su primera obra, «La casa de los espíritus», dijo en entrevista con la AFP.

«En esa época tenía una completa inocencia respecto a la literatura», dijo la escritora chilena, que vendió unos 60 millones de libros en 35 idiomas y acaba de explorar el género policial.

Autora de 20 obras entre novelas, ensayos y memorias, Allende evocó el tiempo en que vivía exiliada en Venezuela en los años 1970, cuando tenía que madrugar para escribir un par de horas antes de irse a trabajar.

«No tenía miedo de nada porque no conocía el mundo de los editores, los agentes ni los contratos. Esa inocencia la perdí. Tengo mucha libertad para escribir, pero (extraño) la libertad del ignorante, del que no sabe en lo que se mete», agregó la escritora de 71 años.

Su última novela, «El juego de Ripper», lidera las listas de ventas en España y Latinoamérica tras debutar la primera semana de enero. La versión en inglés, de Harper Collins, sale el 28 de este mes.

En ella, el misticismo de la curandera Indiana se opone a la practicidad escéptica de su hija Amanda, una adolescente que, obsesionada por un juego de rol llamado Ripper, decide investigar una serie de asesinatos.

Para enfrentar el desafío de escribir una novela policial, Allende se ayudó a sí misma localizando la acción en San Francisco (30 km al norte de San Rafael, donde ella reside), en 2012.

«Eso significó que no tenía que estudiar una época», dijo. Y, en consecuencia, pudo concentrarse en aprender el aspecto criminal: asistió a una conferencia de escritores de novelas de detectives que se celebró en su condado.

«Los profesores eran detectives, policías, médicos forenses, expertos en armas, un químico que habló de venenos, o sea toda una gama de gente de la cual yo podía tener información. Eso me ayudó mucho», contó.

Pero la necesaria precisión del género policial significó un problema para una artista que no planifica lo que escribe.

«Los escritores de este tipo de novelas tienen que tener todo muy bien planeado, porque hay que plantar todas las claves de todo lo que va a pasar», dijo. «Pero a mí no me resulta nunca el plan. He escrito 20 novelas en 30 años y nunca pude hacer un plan».

No obstante, a juzgar por su éxito, su método funciona. «Lo que pasa es que trabajo mucho más», lamentó. «Voy andando como en círculos en vez de hacer una cosa lineal y clara».

 

«50 sombras», realismo mágico y críticas en Chile

 

Si bien «El juego de Ripper» hace justicia al género policial, la miríada de personajes y de historias paralelas, así como el preponderante lugar que tienen las creencias del ‘new age’, hacen honor al estilo de la creadora de «Eva Luna» e «Inés del alma mía».

En uno de los tantos guiños de la autora, la voz narradora dice al pasar que el realismo mágico es «un estilo literario pasado de moda».

Al respecto, dijo Allende: «Todavía me acusan a mí de realismo mágico y la verdad es que ya no se usa para nada. ¿Vamos a llamar realismo mágico a la acupuntura y a la astrología? Yo creo que no, porque se practica todos los días aquí».

«Es muy curioso», prosiguió. «Cuando se trata de algo que pasa en Estados Unidos, no es realismo mágico. Pero si la misma cosa pasa en América Latina, entonces sí es realismo mágico. Lo que los americanos creen se llama religión. Y lo que nosotros creemos se llama superstición».

Otro guiño personal es una corta escena en la que dos sujetos intentan, con resultados ridículos, copiar las acrobacias eróticas de «50 sombras de Grey», de la británica E.L. James.

Allende, que reside desde 1993 en Estados Unidos, país del que obtuvo la ciudadanía hace 10 años, confirmó que creó esa escena para burlarse del libro y «de lo que está de moda».

«Yo la verdad es que no lo pude terminar porque era una novela rosa con un poco de pornografía», dijo entre risas.

Volviendo al misticismo que impregna su obra, la autora chilena aseguró que tiene razones para creer en la medicina alternativa, pero que con la astrología es más cautelosa: «Es muy interesante pensar que es posible. Ahora, yo personalmente no le veo ninguna base científica. Pero hay gente que guía sus vidas por la astrología y yo tengo que tener algún respeto por eso».

De todos modos, en sus libros «hay siempre un poco de ironía al respecto», confesó.

Respecto a las duras críticas que ha tenido que sobrellevar la sobrina del expresidente chileno Salvador Allende durante toda su carrera, la autora comentó: «Me detestaban por vender más. Pero después de que gané el Premio Nacional de Literatura (2010), que es un reconocimiento que hace el país, ahí ya me empezaron a respetar».

Y terminó: «Y ahora ya estoy más vieja también. Tengo 71 años, ¿crees que la edad no ayuda?»