Se suele concebir a los museos como sitios exclusivos, donde unos pocos van, aunque se trate de difundir lo opuestos. La «falta de conocimiento» (basta con admirarlo, pues no es necesario ser comprendido), las limitantes económicas o el simple «aburrimiento», son algunas nociones que imperan para que las personas no se acerquen a estos sitios culturales.
Otro de los principios básicos es el de «No tocar» lo que se exhibe. Si se va a estos lugares con niños, puede implicar un suplicio lleno de advertencias en tono fuerte como «¡Cuidado!», «¡Nos van a echar!», «¡No te acerques!».
Pero ¿qué sucede cuando una persona que presenta alguna discapacidad quiere visitar un museo? ¿Cómo lograr una buena experiencia si estos lugares no se encuentran preparados para ello? ¿Hay oferta para todos los públicos? La respuesta es no, y se mantiene en la práctica la idea de que los museos no están hechos para todos.
La nueva iniciativa del Museo del Prado en Madrid, España, busca romper con esto.
Se han instalado seis imágenes en relieve en la galería norte del edificio Villanueva para el deleite de personas con algún tipo de discapacidad visual.
Es una colección de obras de El Greco «El caballero con la mano en el pecho», «La fragua de Vulcano», de Velázquez, «Noli mi tangere» de Corrreggio, «La Gioconda de Leonardo da Vinci, «Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio de Juan Van der Hamen, y «El quitasol» de Goya.
Breve recopilación de distintos géneros (pintura religiosa, escenas costumbristas, naturaleza muerta y mitología) la exposición sintetiza de forma exitosa lo que a gran escala puede apreciarse en las distintas exposiciones del museo.
Las pinturas son reproducciones en alta resolución con texturas y volúmenes de hasta seis milímetros, que los visitantes pueden tocar, además de valerse de carteles y paneles en braille para conocer la información básica sobre las piezas en exhibición.
Así mismo, y como parte de esta nueva iniciativa de inclusión de un amplio público en el museo del Prado, se han puesto a disposición de la concurrencia, gafas opacas que imposibilitan la visión para que cualquier público que lo desee pueda gozar de esta experiencia sensorial única.
En concordancia con este novedoso proyecto, se encuentra funcionando un nuevo servicio de audioguías con audiodescripciones de más de cincuenta obras de su colección específica a visitantes con algún tipo de discapacidad visual. La muestra estará disponible hasta el 28 de junio.
