Arqueólogos hallaron indicios de que la escritura podría haber existido hace unos 4,500 años en un valle al noreste de Lima, donde se encuentran unos 500 petroglifos grabados en piedras en una zona conocida como Checta, informó este domingo la prensa local.
Recientes hallazgos del equipo que encabeza desde 2009 el arqueólogo Gori Tumi Echevarría, presidente de la Asociación Peruana de Arte Rupestre, han concluido que existe un patrón entre las figuras que aparecen dibujadas sobre las piedras.
Tumi sostiene, según consigna el diario El Comercio, que ha definido la cronología y secuencia de las figuras de Checta, lo que le permite establecer el orden temporal en que se hicieron.
«Este fenómeno cognitivo, escritura, duró 2.000 años, tiempo suficiente para el desarrollo y consolidación de un sistema de escritura ideográfica compleja», indicó.
El arqueólogo divide en cuatro etapas el proceso, que se inicia con pequeños hoyos en las piedras y se expresa luego, en una segunda etapa (entre 2200 y 1000 Antes de Cristo) en formas abstractas geométricas como círculos, círculos con puntos, cruces, espirales, líneas rectas y sinuosas, etapa que él considera como escritura.
En una tercera etapa (1200 a 600 AC) aparecen motivos seminaturalistas y en una cuarta (800 a 200 AC) se representan serpientes.
El arqueólogo peruano está convencido de que las figuras de Checta tienen un mensaje oculto, que no ha podido descifrar aún.
Checta fue descubierta en 1925 y se ubica en el valle del río Chillón, en la provincia de Canta, unos 100 kilómetros al noreste de Lima.