El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

García Márquez, a un año de su muerte

por Redacción


Bajo el lema "Gabo vive entre nosotros", con el que desde el gobierno se busca profundizar en la obra donde el genio del realismo mágico "dejó cifrada su inmortalidad", se han programado exposiciones, conferencias, presentaciones de danza, música y teatro.

En sus calles, bibliotecas y museos, en los medios de comunicación y en las redes sociales, Colombia homenajeaba este viernes a uno de sus hijos más célebres, el nobel de literatura Gabriel García Márquez, al cumplirse este 17 de abril un año de su muerte.

Bajo el lema «Gabo vive entre nosotros», con el que desde el gobierno se busca profundizar en la obra donde el genio del realismo mágico «dejó cifrada su inmortalidad», se han programado exposiciones, conferencias, presentaciones de danza, música y teatro.

Así, la Biblioteca Nacional inaugura en la tarde del viernes la exposición «Un espejo del mundo», en la que se podrá contemplar la máquina de escribir donde García Márquez gestó su novela cumbre, «Cien años de soledad», y ver la medalla que recibió al ganar el Premio Nobel en 1982, entre otros objetos.

Afiches con la leyenda «Bienvenidos a Macondo», el pueblo mágico creado por García Márquez, empapelan la capital colombiana convocando a la 28ª Feria Internacional del Libro de Bogotá. Este año, Macondo es el invitado de honor del evento, que se realizará entre el 21 de abril y el 4 de mayo con un sinfín de actividades dedicadas al nobel colombiano.

Pero los esfuerzos por recordar al escritor no se limitan a espacios cerrados.

En una transitada avenida del centro de Bogotá fue develado esta semana un mural gigante sobre la fachada de un edificio en el que se ve a un sonriente García Márquez junto a la inscripción «Macondo».

La celebración del «hijo del telegrafista de Aracataca», el pueblo del norte de Colombia donde el 6 de marzo de 1927 nació Gabriel José de la Concordia García Márquez, se tomaba incluso las redes sociales. Desde muy temprano en Twitter eran populares las etiquetas #GaboVive, #GaboViveEntreNosotros, #GraciasGabo y #UnAñoSinGabo.

«Gabito, te sentimos muy cerca. Para tu @FNPI_org no ha sido un año de ausencia, sino de una presencia distinta, renovada e inspiradora», tuiteó Jaime Abello, para muchos guardián del legado periodístico del escritor a través de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) que dirige.

Mariposas amarillas por doquier

Alusiones a las mariposas amarillas, iconos de García Márquez, a entrañables personajes de sus libros y a sus citas más sonadas se repetían entre internautas de todas partes del mundo, así como fotos suyas junto a máquinas de escribir y de guayabera blanca recibiendo el Nobel en Estocolmo.

«#GaboVive en los libros que, entre líneas, nos invitan a crear nuestro propio Macondo», escribió en Twitter un usuario identificado como Daniel Pinilla.

«Un año después queremos tanto a #Gabo», dijo por su parte la escritora española Eugenia Rico.

En Aracataca, para muchos el Macondo real, también se sucedían este viernes los reconocimientos al hombre que con su imaginación desbordada los puso en el mapa. Tras aguaceros esta semana, según los aracateños para llorar al Nobel, hubo esta mañana una misa y se preveían actos folclóricos, una exposición de arte y varios conversatorios.

En diarios, radios y canales de televisión también se hablaba de «un año de soledad» sin Gabo. «El Espectador», el diario donde García Márquez se formó como periodista y escritor, publica este viernes algunos de sus mejores textos internacionales.

Y en un aviso fúnebre dedicado a Úrsula Iguarán, la matrona de la estirpe Buendía de «Cien años de soledad», invitaba a «la inexcusable, imperdible e indispensable lectura» de su obra, recordando que el escritor se fue, al igual que el inmortal personaje, un Jueves Santo.

García Márquez, uno de los mayores exponentes del fenómeno literario conocido como boom latinoamericano y genio del realismo mágico, falleció a los 87 años en México, país en el que residía desde su exilio de Colombia en la década de 1980.

De su vasto legado, que incluye cuentos, novelas, artículos periodísticos y guiones cinematográficos, destaca «Cien años de soledad» (1967), traducida a 35 idiomas y de la cual se han vendido más de 30 millones de ejemplares en todo el mundo.