Florencia se prepara para conmemorar los 500 años de la redacción de » El Príncipe» de Maquiavelo, la obra fundadora de la ciencia política, con una exposición que explora su génesis en el contexto de la época.
Terminado de escribir el 10 de diciembre de 1513 y dedicado a Lorenzo II de Médici, duque de Urbino, el célebre tratado de Nicolás Maquiavelo (1469-1527), redactado en sólo 10 meses, se ha convertido con los siglos en un sustantivo (maquiavelismo) y un adjetivo (maquiavélico), que explica la doctrina de que para lograr el fin no hay que reparar en los medios.
Junto con «Pinocchio» (Pinocho) de Carlo Collodi, el libro de Maquiavelo es el texto del autor italiano más traducido en el mundo, indicó Valdo Spini, presidente del comité florentino para las celebraciones del 500 aniversario de la obra del escritor florentino, durante una conferencia de prensa celebrada en Roma.
«Maquiavelo fue el fundador de la ciencia política, aquel que entendió primero que el poder no fue otorgado por Dios sino que es temporal», explicó Spini, quien elogió «la modernidad» del texto del teórico político.
Para rendir homenaje a una de las personalidades más importantes del Renacimiento, que fue diplomático y filósofo, ha sido organizada una exposición bajo el lema «La vía del Príncipe».
El comité organizador quiere desmentir también el estereotipo que se ha expandido en el mundo según el cual el italiano «es doble y oportunista», como sugiere el libro al poner al desnudo las verdaderas prácticas del poder.
Perteneciente a una familia noble de Florencia, Maquiavelo, abogado, estuvo a cargo de una oficina pública, viajó a varias cortes en Francia, Alemania y otras ciudades-estado italianas para cumplir misiones diplomáticas.
Durante la República florentina (1494-1512) colaboró con el austero Girolamo Savonarola, antes del regreso al poder de Lorenzo de Médici, el Magnífico, amante del esplendor.
Acusado de conspiración, fue torturado y tuvo luego que exiliarse, periodo durante el cual desarrolló su actividad literaria, obteniendo una creciente influencia.
Sin embargo, murió a pocas semanas de la expulsión de los Médici, el 21 de junio de 1527, a los cincuenta y ocho años, sin haber recuperado su cargo en el servicio público, tras haber sido canciller y secretario de la Segunda Cancillería.
«‘El Príncipe’ es el fruto de su experiencia y de sus reflexiones», resumió Spini.
La exposición, que permanecerá abierta hasta febrero del 2014, incluye 90 documentos firmados por Maquiavelo, el manuscrito «El arte de la guerra», así como cartas en código, pinturas y retratos, explicó Silvia Alessandri, vicedirectora de la Biblioteca Nacional de Florencia.
Maquiavelo, que defendió siempre la República florentina, dedicó el libro a Lorenzo de Médici, con la esperanza de que le otorgara la gracia, que nunca alcanzó.
A la Florencia de aquella época corresponde también el magnífico «David» de Miguel Angel, realizado entre 1501 y 1504, encargado por las autoridades republicanas para «representar la resistencia al tirano», según explicó Francesca de Luca, responsable del Museo de los Oficios para el siglo XVI.
Otro florentino célebre en esos años era Leonardo da Vinci, quien será recordado a través del enorme fresco perdido «La batalla de Anghiari» (Tavola Doria), realizado entre 1503 y 1504 y descubierto en el 2012 detrás de un falso muro en un salón del Palacio Viejo, sede del ayuntamiento de Florencia.
La pintura, que se creía había sido destruida a mitad del siglo XVI, será expuesta por primera vez en Florencia antes de regresar al museo de Tokio, que la adquirió sin saber que había sido robada, en virtud de un acuerdo bilateral.