La producción cinematográfica salvadoreña “El tigre y el venado” ha recorrido con éxito el país desde mayo de este año. Luego de presentarse en centros escolares, bibliotecas, cines, museos, teatros y comunidades, el documental sobre la música y tradiciones autóctonas representará a El Salvador en la XVI edición del ÍCARO Festival Internacional de Cine en Centroamérica en la categoría de corto documental, del 14 al 21 de noviembre, y forma parte de la selección oficial del VI Ciclo de Cine Centroamericano Viena-2013, del 18 al 23 de noviembre en esa ciudad austriaca.
Además, IDEAS MÁS MEDIOS, casa representante del documental, anunció su inscripción en distintos festivales, como el Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM)-México, Festival internacional de cine en Guadalajara Film Festival-México, el VIII Encuentro Hispanoamericano de Cine y Video Documental Independiente: “Contra El Silencio Todas las Voces”, entre otros. En comunicado de prensa informaron que están a la espera de la notificación oficial para ser parte de estas actividades.
“El tigre y el venado” cuenta la historia de Marcelino Galicia, último abuelo que sabe tocar el “pito de carrizo”, flauta indígena que sirve para acompañar la danza autóctona El Tigre y el Venado. Con esta enseña a un joven con el fin de mantener la tradición, mientras que relata los acontecimientos de la masacre de 1932, de la que es sobreviviente. Entre danza y melodías musicales el joven aprende el oficio de flautista junto a su abuelo.
La producción surge como iniciativa de la Escuela de Cine Comunitario de la Asociación de Capacitación e Investigación para la Salud Mental (ACISAM), que con pocos recursos materiales y económicos busca desarrollar una estética comunitaria y cotidiana que se manifieste mediante el cine. En ese sentido, no es fortuito que personas de la misma comunidad de Tacuba se involucraran en la producción en sus diferentes etapas.
Acorde con esto, aprovecha las puertas que le abren las comunidades de todo el país; prueba de ello es que en estos seis meses se registra un total de 3,313 personas que han visto el documental.
El tigre y el venado en palabras de su director
Sergio Sibrián, director del filme, quien se considera un constante aprendiz al lado de todo el equipo de producción con personas de poca o mucha experiencia, donde la retroalimentación es mutua.
“En el documental decidí ver desde una posición de espectador la vida de un abuelo de 103 años de edad, con una riqueza cultural en medio de una pobreza extrema, pero no enfatizando la pobreza directamente, sino haciendo resaltar la riqueza cultura, la memoria histórica, la identidad y la dignificación humana del personaje, haciendo que el protagonista no sea objeto sino sujeto en la historia cinematográfica”, indicó Sibrián en el comunicado.
Asegura que la iniciativa de tomar a Marcelino como punto de partida de la historia da mayor relevancia a su propia cotidianidad. Lo más fácil para él hubiera sido formular la producción a modo de entrevista, pero derivaría en algo más monótono, por lo que la obra representa un balance entre acciones y las palabras.
“Este documental fue producido con el presupuesto del corazón, con esto me refiero a que contó con muchos recursos y poco dinero, entendiendo como recursos a las personas, los equipos de filmación y edición, el tiempo que cada quién dedicó y sobre todo el compromiso durante los tres años y medio que duró el proyecto para ver la obra final. En la actualidad se encuentra en la fase de estreno y difusión a nivel nacional e internacional gracias a estar subtitulado en cuatro idiomas: castellano, inglés, francés y alemán” puntualizó.