El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

Con 90 años, poeta francés Bonnefoy «todavía» no comprende qué es la vida

por Redacción


Nacido en Tours (centro de Francia) en 1923, Bonnefoy es el primer francés en recibir el premio de la mayor feria literaria en español y el cuarto autor que no escribe en esa lengua, después de los brasileños Nélida Piñón (1995) y Rubem Fonseca (2003), y el portugués Antonio Lobo Antunes (2008).

A sus 90 años, el poeta francés Yves Bonnefoy, galardonado con el principal premio de la Feria del Libro de Guadalajara (México), aseguró en una entrevista con la AFP que «todavía» no comprende el significado de la vida, pero los versos ayudan a darle sentido.

«¿Qué pienso de la vida? Digamos que quizás todavía no he empezado a comprender lo que es la vida y me propongo hacer un poco más para entenderla», dijo con ironía el autor de «Traité du pianiste» (1946), «Ce qui fut sans lumière» (1987) y «La longue chaine de l’ancre (2008)».

Nacido en Tours (centro de Francia) en 1923, Bonnefoy es el primer francés en recibir el premio de la mayor feria literaria en español y el cuarto autor que no escribe en esa lengua, después de los brasileños Nélida Piñón (1995) y Rubem Fonseca (2003), y el portugués Antonio Lobo Antunes (2008).

Con gran lucidez, este poeta piensa bien cada una de las palabras que usa y defiende con pasión el arte de escribir versos, que no ha dejado de practicar desde hace casi 70 años.

«La poesía es una manera de encontrar la necesidad de dar un sentido fundamental a la vida, esa necesidad no puede sino implicar la existencia de otros seres», cree este anciano menudo y de despeinada melena blanca.

Para él «todo lo que nos rodea» puede inspirar la poesía, especialmente las cosas «naifs».

«Los niños que juegan frente a la puerta de su casa, nuestros sentimientos, nuestros amores, los espectáculos de la naturaleza ante los que uno se queda mudo… todo son recursos poéticos», celebra el también ensayista, traductor y crítico literario, que acaba de publicar «El territorio interior» con la editorial mexicana Sexto Piso.

Bonnefoy se interesó por la filosofía y las matemáticas antes de iniciar su carrera literaria y ha escrito poesías, cuentos, un diccionario sobre mitología y ensayos como «L’improbable» (1959) y «La Seconde simplicité» (1967).

Es además un traductor reconocido internacionalmente del inglés al francés con obras tan destacadas como «Hamlet» y «Macbeth», de William Shakespeare.

Catalogado por el jurado de la Feria del Libro de Guadalajara (oeste) como «uno de los poetas más importantes de la segunda mitad del siglo XX», Bonnefoy coqueteó un tiempo con los surrealistas y fue amigo de André Breton, de quien luego se distanció.

La poesía, «especialmente necesaria» en tiempos de crisis

Bonnefay, que cuenta con una larga experiencia vital y vivió periodos tan oscuros como la Segunda Guerra Mundial (1939-45), considera que el delicado momento económico por el que está pasando Europa hace que la poesía sea aún «más necesaria».

«La poesía es especialmente necesaria cuando el mundo que nos rodea se desintegra», afirma el artista, que cree que en tiempos difíciles quizás es «más fácil transgredir el discurso ordinario».

«En las sociedades más felices, donde hay una ideología dominante que satisface los espíritus, la poesía es en esencia más difícil porque se deja encarcelar por esta ideología», añade este miembro del Colegio de Francia y premio Franz Kakfa 2007.

Sin embargo, pese a su optimismo vital el escritor lamenta que la poesía no tenga «el lugar que merece» en el sistema educativo de países como Francia.

«Los niños llegan al mundo de manera poética. A los cinco o siete años están listos para ser tocados por los poemas. Si, simplemente, les diéramos la posibilidad de aprender versos de memoria, la poesía prendería como una llama», sostiene.

Todo porque los versos nos contentan el alma y pueden ayudarnos a ser un poco mejores, aunque «no se debe soñar demasiado» con eso, bromea.