El laboratorio de biología molecular de la Universidad de El Salvador (UES) ha estado trabajando intensamente en generar evidencia científica, para apoyar a las autoridades competentes en la toma de decisiones informadas sobre salud pública. Este esfuerzo se ha centrado en estudiar enfermedades infecciosas, con un énfasis especial en el dengue, que ha mostrado una alta prevalencia este año.
El objetivo principal ha sido adelantarse a la propagación del virus del dengue. En lugar de esperar a que los pacientes presenten síntomas, el equipo ha desarrollado métodos para detectar el virus en los vectores (mosquitos) antes de que infecten a las personas. Esta estrategia incluye la recolección y análisis de mosquitos en áreas con alta densidad poblacional, utilizando técnicas de PCR en tiempo real para identificar la presencia del virus y su serotipo. Los resultados de estos estudios se utilizan para crear mapas de riesgo que se comparten con las autoridades sanitarias.
El laboratorio cuenta con alrededor de dos mil ejemplares de mosquitos para su estudio. Foto: D1/Gabriel Aquino
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Además del dengue, el laboratorio también está llevando a cabo un proyecto de investigación sobre Chagas congénito en el Hospital Mazzini. Este proyecto se centra en realizar pruebas a madres embarazadas y sus hijos, una población en riesgo, para detectar y tratar oportunamente esta enfermedad. La colaboración con el Ministerio de Salud es crucial para asegurar que los casos positivos reciban el tratamiento adecuado.
Durante el 2024 se han reportado varios casos de dengue, incluyendo menores de edad fallecidos. Foto: D1/Gabriel Aquino
El personal que trabaja en el laboratorio está compuesto, en su mayoría, por mujeres. Foto: D1/Gabriel Aquino
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Otro aspecto importante de la labor del laboratorio es la evaluación de la resistencia a insecticidas. A pesar de las fumigaciones regulares, la presencia continua de mosquitos ha planteado preguntas sobre la efectividad de los productos utilizados. Para abordar esto, el laboratorio realiza estudios sobre la resistencia a insecticidas, probando diferentes aceites esenciales y extractos de plantas.
Los mosquitos se mantienen en jaulas diseñadas para su reproducción y generar más especímenes. Foto: D1/Gabriel Aquino
Para alimentar a los mosquitos se usa comida para gatos, ya que permite evitar malos olores en el laboratorio y contribuye a una dieta sana para ellos. Foto: D1/Gabriel Aquino
Los mosquitos pasan por diferentes etapas de crecimiento, desde que son larvas que nacen en los huevos en el agua, hasta convertirse en pupas, que luego se convierten en adultos con alas. Foto: D1/Gabriel Aquino
El laboratorio, inaugurado en 2016, comenzó su trabajo con la chinche que causa el mal de Chagas y ha ampliado su investigación para incluir otros vectores, como los flebótomos que transmiten leishmaniasis. Utilizan técnicas innovadoras para recolectar y criar mosquitos, permitiendo un estudio detallado de su ciclo de vida y métodos efectivos para interrumpir su reproducción.