La Universidad de El Salvador (UES) anunció esta semana el regreso a la presencialidad para la mayoría de sus estudiantes, marcando un hito significativo tras un largo período de actividades virtuales. Este retorno también ha puesto de manifiesto tanto los avances como los problemas persistentes en la infraestructura de la institución.
Algunas de las aulas que fueron remodeladas con motivo de los Juegos Centroamericanos 2023 ahora sirven como espacios para estudiantes de múltiples carreras, lo que ha mejorado la disponibilidad de áreas de estudio adecuadas para los alumnos. Estas remodelaciones representan un avance en la modernización de las instalaciones de la UES.
Sin embargo, persisten serios desafíos. Las filtraciones de agua en los salones del anexo de la Facultad de Ciencias Sociales continúan siendo un problema que afecta la comodidad y seguridad de los estudiantes y docentes.
Además, aulas como las del edificio H están siendo utilizadas como bodegas, reduciendo los espacios destinados a la enseñanza. También, parte de la Biblioteca Central y el auditorio tres se encuentran ocupados como bodegas, limitando su uso académico.
A pesar de estos obstáculos, una gran cantidad de estudiantes ha logrado presentarse a sus clases, reflejando su compromiso con la educación. No obstante, el regreso a la presencialidad subraya la necesidad de una intervención urgente para solucionar los problemas de infraestructura y asegurar un entorno de aprendizaje adecuado y seguro.