Cerca de 15 años atrás, Hugo Ernesto Osorio Chávez fue procesado y condenado por los delitos de estupro (relaciones sexuales con adolecente menor de 18 años) y violación en menor e incapaz, mientras era parte de la Policía Nacional Civil (PNC), actos que le valieron su baja, según afirmó el director Mauricio Arriaza Chicas.
Osorio Chávez, ahora conocido como el “psicópata de Chalchuapa”, salió cinco años después de la cárcel, y ya sin sitio en la policía, empezó su transformación, hasta convertirse en un desalmado violador y asesino en serie que enterraba a sus víctimas en su casa.
Trece días después de su último crimen, luego del cual se habría intentado quitar la vida, y luego de una serie de peritajes en torno al caso de feminicidio agravado que enfrenta, el destino de Osorio Chávez es, desde el pasado jueves, una oscura celda en el centro penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, confirmó el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
Funcionarios del gabinete de seguridad del gobierno, junto al fiscal general, Rodolfo Delgado, brindaron más detalles sobre la investigación en contra del psicópata y de su red de colaboradores, quienes por su parte, estarían involucrados directamente en el asesinato de 14 personas, entr estas nueve mujeres y cinco menores de edad.
Hasta el momento, se han exhumado ocho cuerpos de las fosas clandestinas encontradas en toda la vivienda, los cuales ya son analizados por Medicina Legal. Los fiscales reconocen que hace falta más cuerpos por desenterrar para identificarlos debidamente.
La información condensada en los peritajes realizados en la vivienda, declarada como «cementerio clandestino» por las autoridades, han permitido formular la hipótesis que las víctimas no solo eran originarias de Chalchuapa, sino que además provendrían de lugares más recónditos, y que habrían sido contactadas por el asesino serial mediante redes sociales.
El caso ha llevado a que varias familias de otros municipios lleguen a la vivienda en la que se realizan excavaciones, para averiguar si alguna de sus familiares desaparecidas podría ser una de las víctimas enterradas en el lugar.
El jefe de la Unidad Especial Antipandillas y Homicidios de la Fiscalía, Max Muñoz, reconoció que Osorio Chávez recibió criterio de oportunidad parcial por nueve asesinatos en los que no tuvo participación, más que arrojar los cadáveres a las fosas cavadas en su vivienda.
Estos nueve asesinatos son imputados directamente a una red de al menos diez allegados al psicópata, quienes tendrían como nexo principal la casa en la que han sido descubiertos los cuerpos y en la que ocurrieron la mayoría de los asesinatos.
Si bien al psicópata solo se le han imputado hasta el momento los asesinatos de Mirna Cruz Lima, de 57 años; y su hija Jacqueline Cristina Palomo Lima, de 26, los fiscales sostuvieron que, en base a las pesquisas realizadas en la vivienda, se le podrían imputar en breve otras 20 muertes más.
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Las investigaciones indican que el psicópata habría agredido sexualmente a todas sus víctimas, antes de asesinarlas. En dichas vejaciones también habrían participado sus colaboradores, quienes fueron enviados a prisión el pasado miércoles, por el Juzgado de Paz de Chalchuapa.
En la vivienda también se han encontrado documentos de personas, que según el director de la PNC, llevan al indicio que el psicópata también asaltaba a mano armada a lugareños, para despojarlos de sus pertenencias.