El diálogo por la pacificación nacional ha provocado diversas reacciones sobre la efectividad de este nuevo proceso, sobre todo, porque espera corregir los errores de la tregua entre pandillas que inició en marzo del 2012, con la mediación de Raúl Mijango y Fabio Colindres.
Benjamín Cuéllar, del Insituto de Derechos Humanos de la UCA (Idhuca) reconoció como una «falla de origen» que en todos los esfuerzos de pacificación se han dejado al margen a las víctimas de la violencia, por lo tanto no ha se pensado en la reconciliación o reparación de los daños.
«Si persiste esta falla de origen (no incluir a las víctimas) vamos a seguir en lo mismo… Se ha negociado con los victimarios», sentenció Cuéllar, quien después habló que «no hay una política pública para las víctimas».
Como contrarrespuesta, el padre Antonio Rodríguez (padre Toño de la iglesia católica) y quien participó este miércoles en el primer acercamiento del diálogo para la pacificación, sostuvo que uno de los propósitos del diálogo será justamente convocar a todas las asociaciones de víctimas y víctimas para definir la «primera política de reconciliación y reparación de víctimas» que tendrá un presupuesto asignado.
Cuéllar remontó en críticas en el sentido que estaría bien convocar a todos los sectores de población, sin embargo considerando la experiencia reciente en el país hay claros fracasos sobre «malas prácticas públicas» de cómo solucionar la violencia.
Cuéllar habló claramente sobre los planes represivos (mano dura) sin considerar otros aspectos como la prevención del delito o la oportunidad para los ciudadanos víctimas de la violencia.
El representante de la UCA habló de tres líneas de acción a seguir: «un sistema de oportunidades para la gente, incluyente… Un sistema penal incluyente, donde la impunidad se reduzca a los límites tolerables… Un sistema de participación de la gente, que ya es víctima por separado, pero no se tiene en su conjunto. Las comunidades, la sociedad entera en víctima de las malas prácticas y las malas políticas».
El padre Toño reconoció los errores en los planes que únicamente reprimieron el delito, no obstante, consideró que el diálogo por la pacificación es oportunidad para enmendar errores.
El diálogo por la pacificación nacional es coordinado por el actual ministro de Seguridad, Ricardo Perdomo, quien este miércoles convocó a los representantes de las iglesias católica, evangélica y anglicana, además de miembros de ONG y de la sociedad civil.