(AFP) – Más de cuarenta años después de haber legalizado el aborto en Estados Unidos, la Corte Suprema de Estados Unidos examina el miércoles el derecho a manifestarse delante de las clínicas que practican la interrupción del embarazo.
El máximo tribunal del país abre así un debate esperado tras la decisión del estado de Massachusets de prohibir las manifestaciones, con los grupos contrarios al aborto invocando la libertad de expresión y los proabortistas argumentando que las protestas vulneran el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo.
La Corte ha preferido examinar este asunto periférico a entrar de lleno en el tema de la legalización, que fue consecuencia de un fallo de los jueces en 1973, el famoso caso «Roe v. Wade». De hecho, la máxima instancia rechazó el pasado lunes revisar una ley que prohíbe el embarazo a partir de las veinte semanas en Arizona, confirmando así su carácter inconstitucional.
«Es la segunda vez que la sesión de la Corte evita examinar una nueva ley que limita el aborto», comentó Lyle Denniston, experto de ScotusBlog.
La primera tuvo lugar el pasado mes de noviembre cuando el tribunal rechazó decidir sobre la instauración de una ecografía obligatoria antes de todo aborto en Oklahoma, provocando de facto la ilegalidad de la medida.
Los observadores ven contradicciones en las decisiones de la Corte, dominada por los conservadores y según David Hudson, experto de la Escuela de Nashville, «profundamente divididos sobre las leyes que regulan y limitan el aborto».
«No nos engañemos», proclama The New York Times en un editorial, a pesar de que la cuestión legla planteada a la Corte está relacionada con la libertad de expresión, «lo que están en juego aquí es la protección del acceso de las mujeres al aborto, atacado en todo el país tanto por las legislaciones como por los manifestantes».
La decisión, esperada antes de finales de junio, podría tener un impacto en otros Estados que como Massachusets han creado zonas de protección alrededor de las clínicas.