Barack Obama y su esposa Michelle recibieron sorpresivamente a los turistas que llegaban a la Casa Blanca el martes, día en que se reabrieron las visitas a la sede de la presidencia estadounidense.
«¿Cómo están? Un placer verles», lanzó Obama, dándole la bienvenida a los visitantes que llegaban a recorrer las salas de gala de la residencia oficial en el corazón de Washington.
Tanto Obama como la primera dama, Michelle, acompañados de sus mascotas Bo y Sunny, les estrecharon la mano y conversaron unos instantes con estos turistas, estupefactos y encantados a la vez, según una retransmisión de un video en el sitio de internet de la presidencia.
Las visitas turísticas de la Casa Blanca, suspendidas desde el 9 de marzo por la austeridad presupuestaria en Estados Unidos, fueron parcialmente abiertas el martes. De ahora en adelante, la entrada estará permitida tres días por semana, contra cinco antes de que fuera interrumpida.
En aquel momento, la oficina de visitas de la Casa Blanca había anunciado su suspensión «hasta nueva orden», «debido a reducciones de personal por los recortes presupuestarios».
Los recortes entraron en vigor a principios de marzo por la incapacidad de los legisladores de llegar a un acuerdo sobre la manera de reducir el déficit.
Pero en la votación de un nuevo presupuesto a mediados de octubre, el Servicio Secreto, la policía de élite que protege el complejo presidencial y sus ocupantes, dijo haber ganado visibilidad para la adjudicación de recursos.
La posibilidad de visitar la Casa Blanca está garantizada al menos hasta el 15 de enero de 2014, cuando expirará la ley presupuestaria actual.