La asociación de alcaldes mexicanos denunció el viernes que un edil del convulso estado de Michoacán (oeste), encontrado muerto el jueves, fue torturado y asesinado luego de haber hecho una huelga de hambre para protestar por las extorsiones del narcotráfico.
Ygnacio López Méndoza, alcalde de Santa Ana Maya, fue encontrado muerto el jueves dentro de su camioneta en una cuneta de la carretera que va de su municipio a la comunidad de Las Cabras, en el vecino estado de Guanajuato (centro).
Las autoridades de Michoacán habían afirmado que se trató de un accidente vial, mientras que la fiscalía de Guanajuato dijo que la tarde del viernes informará de los resultados de la necropsia.
En cambio Ricardo Baptista, presidente de la Asociación de Autoridades Locales de México, aseguró este viernes que la fiscalía de Guanajuato confirmó a los familiares de López Mendoza que «fue torturado y asesinado».
Baptista señaló a la emisora MVS Radio que el alcalde muerto fue secuestrado la noche del miércoles cuando intentaba guardar su camioneta en la cochera de su casa.
El rapto habría ocurrido luego de realizar un viaje a la Ciudad de México, ubicada a 281 km, donde se reunió con integrantes de la Asociación de Autoridades Locales.
López Mendoza había realizado en octubre pasado un ayuno de 18 días frente al Senado mexicano reclamando recursos para gobernar en el rural Santa Ana Maya, de unos 13.000 habitantes,y denunciando que integrantes del cartel local Los Caballeros Templarios exigen a los alcaldes de Michoacán el 10% del presupuesto que invierten en obras públicas, señaló Baptista.
El presidente de la asociación, que alertó que desde 2006 han sido asesinados 47 alcaldes en México, sostuvo que López Mendoza había vuelto a recibir amenazas recientemente para que pagara extorsiones al crimen organizado.
El expresidente Felipe Calderón (2006-2012), originario de Michoacán, escribió en Twitter que el alcalde «estuvo en huelga de hambre en Senado denunciando complicidad de policías con crimen. Hoy está muerto. Cómo fue?».
Michoacán se encuentra inmerso en una fuerte ola de violencia generada principalmente por Los Caballeros Templarios, que controlan las actividades criminales en ese estado y de quienes se defienden los llamadas grupos de autodefensa, creados por vecinos armados en numerosas comunidades rurales.